Un horrible crimen estremece a la población del barrio Vivero, en el corregimiento de Mingueo en el municipio Dibulla del Departamento de La Guajira en Colombia. Una niña de apenas tres años de edad fue encontrada muerta dentro de un saco a cinco casas de su casa, luego de que los vecinos se unieran para buscar palmo a palmo en el sector a la menor que había desapareció cuando jugaba cerca de su vivienda.
Minutos después, esa rutina inocente se transformó en incertidumbre: su familia y vecinos comenzaron a buscarla por cada rincón, aferrados a la esperanza de hallarla sana y a salvo. Rastrearon calle por calles, fincas, cámaras de seguridad, y hasta en pueblos vecinos.
Pasadas las 11 de la noche de este miércoles 10 de diciembre, tras buscar durante todo el día a la pequeña Shelsy Michel Navarro Ojeda, a quien su familia había perdido de vista a la 1 de la tarde de ese mismo día, fue encontrada sin vida dentro de un saco en una vivienda cercana, habitada por un ciudadano venezolano, que en el momento del hallazgo no estaba dentro de la vivienda.
Búsqueda incesante
Las fotos de la niña desaparecida habían inundado las redes, su nombre corrió de boca en boca, la Policía desplegó unidades por toda la zona. Pero la pequeña nunca estuvo lejos. Estaba allí mismo: en el barrio Vivero, metida en un saco, abandonada a solo cinco casas de donde vivía.
El hallazgo cayó como un balde de agua helada sobre un pueblo entero que había pasado horas buscándola con la esperanza de encontrarla con vida. Las velas que la comunidad encendió para iluminar su regreso se apagaron de golpe cuando se confirmó que la niña estaba sin vida, en un punto que todos habían pasado una y otra vez sin imaginar lo que allí ocurría.
Horas antes, su familia temiendo que la pequeña estuviera en manos de terceras personas clamaron a la comunidad que difunda la información y que se mantuviera atenta ante cualquier pista que contribuya a su regreso.
“Si alguien la tiene, le pedimos que no le hagan nada, que la devuelvan al seno de su hogar sana y salva. Queremos tener una Navidad feliz. A todas las personas de La Guajira y la zona rural de Santa Marta, compartan su foto”, dijeron, sosteniendo la ilusión de volver a abrazarla; sin embargo toda esa súplica se transformó en dolor.
La noticia se regó en minutos. Gritos, llanto, incredulidad. La indignación se apoderó de los vecinos: “¡Estuvo ahí todo el tiempo!”, repetían, incapaces de entender cómo una niña buscada por todo un corregimiento terminó apareciendo muerta tan cerca de su propia casa.
Las autoridades acordonaron el área mientras la familia, completamente quebrada, era sostenida por vecinos que tampoco podían mantenerse en pie.
Captura y muerte de un sospechoso
A través de los medios locales se conoció sobre la capturan del presunto implicado en el crimen de la niña. La comunidad lo hallaron por Puerto Brisa , al parecer el hombre declaró que hay otra persona involucrada en este hecho.
Extraofiacialmente se dijo que luego de golpear al sospechoso, un joven de nacionalidad venezolana, según los testigos, un grupo de motorizados encapuchados se lo llevó con rumbo desconocido.
Posteriormente sin proporcionar mayores detalles la prensa local informó que el implicado había sido asesinado en las estribaciones de la Sierra Nevada. Se espera información de las autoridades correspondientes.
Hoy, la comunidad intenta asimilar lo ocurrido, aferrándose a la memoria de la pequeña y al llamado urgente de cuidar a los más pequeños con más atención que nunca.
La cercanía del lugar donde apareció el cuerpo de la pequeña Shelsy despertó emociones intensas y una reflexión que se repitió entre quienes la querían: “Mamita, no confiemos ni creamos en nadie, protejamos a nuestros niños”.
Vía El Regional del Zulia
