Los habitantes del sector Los Cortijos, en la parroquia Las Cocuizas de Maturín, denuncian que llevan más de dos meses sin recibir agua en sus hogares. Esta grave situación afecta a más de 400 familias, que a diario deben cargar tobos y botellones desde otros sectores cercanos para poder realizar sus tareas domésticas.
Aunque la Alcaldía de Maturín, la Gobernación de Monagas y la empresa Aguas de Monagas han anunciado diversos proyectos para el suministro de agua, los residentes de Los Cortijos afirman que sus reiterados llamados no han recibido una respuesta concreta ni una solución.
Dalila Corrales, una de las residentes, explicó la causa del problema: «La bomba que suministra el agua se quemó hace dos meses. No hemos sido atendidos por los entes competentes a pesar de todos los llamados que hemos hecho. Los camiones cisternas cobran mucho por llenarnos un tanque, así que nos toca cargar tobos diariamente».
La situación se agrava para los grupos más vulnerables de la comunidad. Dalila Corrales señaló que en el sector viven muchos niños, personas de la tercera edad y mujeres embarazadas, a quienes se les dificulta cargar peso para poder lavar, bañarse y cocinar. La falta de agua también afecta al liceo Pablo Neruda, ubicado en la comunidad, ya que la bomba dañada también le suministraba el servicio.
Jaira Romero, una vecina de 78 años, compartió su propia lucha diaria: «Con esta edad me toca salir a cargar botellones de agua en la otra calle para poder cocinar. Cuando necesito lavar, tengo que ir a casa de unas amistades en el sector Cecilia Núñez».
Romero también relató la respuesta que obtuvieron de Aguas de Monagas: «Nos dijeron que la única solución es que escribamos una carta dirigida al gobernador con la firma de todos nosotros, pidiendo la bomba».
Los residentes reiteran su llamado a las autoridades para que se aboquen a solucionar este problema con la mayor brevedad posible, poniendo fin a la difícil situación que enfrentan a diario.
Fotos: Arialex Brazón
