Ya suma más de un año que se dio inicio al Plan de Vialidad de la Alcaldía de Maturín, donde incorporarían los semáforos en las 42 arterias viales en la ciudad, pese a ello, algunas vías siguen a la espera de su instalación.
En un recorrido por las principales vías de la ciudad, se observa un sistema de seguridad vial obsoleto e inexistente en muchos casos.
Las arterias viales que están sin semáforos o con fallas en el servicio son: la avenida Orinoco, Libertador, Miranda e incluso la avenida Bolívar.
La ausencia de estos sistemas o su presencia con fallas es un portal para los accidentes; dónde conductores luchan por avanzar sin tomar en cuenta las precauciones necesarias.
En los últimos años, la ciudad ha sido testigo del desmejoramiento de este servicio. Además de la falta de inversión y actualización que influyan en la modernización de un sistema vial más cónsono con la ciudad.
Por el contrario, una de las opciones del equipo de vialidad municipal ha optado por mantener equipo viejo y deficientes en la capital monaguense.
Al consultar a los conductores sobre la situación de los semáforos, la expresión general es que no funcionan, por esta razón, “detenerse es una pérdida de tiempo”, así lo refirió Erick Barreto.
De igual forma, otros de los consultados expresan que se ha generado una cultura de no atenderlos porque en su mayoría el sistema no funciona.
PROMESAS INCUMPLIDAS
La alcaldesa Ana Fuentes expreso su intención de modernizar este aspecto de la ciudad.
Ofreció la incorporación de semáforos inteligentes, pero hasta el momento esta promesa no se ha concretado.
SEGURIDAD VIAL A MEDIAS
Para muchos el incremento de los accidentes de tránsito se deben al exceso de velocidad, la ingesta de bebidas alcohólicas, pero en Maturín también influye la falla del servicio de los semáforos.
Los choques en las intersecciones son algo común, debido a la viveza criolla que impide ceder el paso.
Algunos conductores, entre ellos Jorge Duque, sostiene que en muchos casos llevan la prioridad y deben recibir el paso, pero esto no ocurre y se genera una colisión.
El tema también afecta a los peatones, quienes al no tener una luz roja que los proteja deben lanzarse a la calle arriesgando su vida para poder cruzar las calles.
El tema más allá de la conciencia es de gestión, los conductores piden la modernización del sistema de semáforos y una campaña de responsabilidad vial para los conductores.
Con ello se busca acabar con la anarquía vehicular y garantizar la seguridad de los conductores y peatones.
