11 años tiene el sector Chiquinquirá de la parroquia Boquerón, comunidad en la que habitan más de 40 familias que sufren por la falta de servicios públicos de calidad, viviendas dignas, falta de asfaltado e inseguridad.
Los vecinos de esta comunidad tuvieron que realizar aportes entre ellos mismos para poder comprar cables y mangueras para lograr tener luz y agua en las pocas casas habitables que tiene esta comunidad.
«Compramos 100 metros de cable que compartimos entre los vecinos, estamos tres casas conectadas en el mismo cable. Así es que nos podemos ayudar, pero por eso la mayoría de la gente no se ha mudado para acá, por la falta de luz y por las calles que son puro monte», comentó una residente de este sector que no quiso ser identificada.
Este sector cuenta con tres calles y tres transversales que actualmente están todos cubiertos de monte, sin iluminación, sistema de cloacas, drenaje, ni mucho menos asfaltado.
«Y en la noche es todo oscuro, se alumbra porque cada quien tiene su bombillo en el frente y es un pedacito, lo demás es puro monte y oscuridad».
En este sector fueron sustituidos algunos ranchos por casas aproximadamente hace seis años, sin embargo, no fueron todos los habitantes los beneficiados con esta entrega.
«Se han pedido peticiones y nada. Nadie ha tomado en cuenta esto. Esto está en abandono prácticamente. Nos defendemos como podemos. Pusimos la luz de allá para acá que es lo vital».
Delincuencia
Asimismo, denuncian a la delincuencia que azota al sector, quienes aseguran que son menores de edad.
«Si sale ella, yo me quedo. Si salgo yo, ella se queda. No podemos ir los dos juntos porque tenemos que cuidar la casa, cualquier cosa se llevan, tenemos que estar pendientes los dos, estamos que llamamos a la Lopna porque todos son menores de edad».
Maltrato animal
Además, denuncian el maltrato animal que vivieron por estos, en el que hace unos meses fue cruelmente asesinado un perro de la zona, a quien le colocaron vidrios mezclados entre su comida, esto lo afirman sus dueños.
«Teníamos un perro bien bonito que era grandísimo y le echaron vidrio en la comida. El perro se destrozo por dentro, no lo pudimos salvar, era un perrito negro que era bien bonito», comentó Eliu Garcenas, residente de este sector.
Fotos: Osmel Rodríguez