
En las calles del sector La Florecita, en la parroquia Las Cocuizas de Maturín, no es que sus habitantes hayan creado jardines modernos para embellecer el frente de sus viviendas, sino que ante el deterioro de las mismas se han formado islas de maleza.
La comunidad con aproximadamente 45 años de fundada, tiene más de la mitad de su historia, es decir 25 años, esperando reparen las vías de acceso.
José Miguel Yaguarín, uno de los fundadores del lugar, explicó que algunas calles son de tierra y nunca han recibido «aunque sea un poquito de agua de asfalto».

Estas condiciones, agrega el declarante, son propicias para la proliferación de plagas, «cuando llueve es peor es charco por todos lados».
A oscuras
Yaguarín acotó que muchas calles se encuentran a oscuras porque «las luminarias que trajeron del Gobierno no duró mucho tiempo».
Añadió que en la comunidad se colocaron de acuerdo y compraron bombillos para sustituir lo que están en las lámparas de los postes.

Alertó además que el poste ubicado entre la calle 5 y la carrera 2 pudiera venirse al suelo en cualquier momento.
«Una ventolera lo desajustó y unos cables que vienen de unas casas lo mantienen en pie, allí se puede ver lo tenso de los cables y en el cualquier momento pueden reventar y caer sobre una casa».
Cloacas y drenajes colapsados
Otro de los vecinos que prefirió no identificarse informó sobre el colapso del sistema de aguas residuales.
«Cuando se fundó el barrio las tuberías nunca fueron empalmadas en la red madre para aliviar el lugar. Ahora, los inodoros bajan con cierta dificultad y se devuelve todo», dijo.
Asimismo apuntó que las 11 casas ubicadas al final de la calle 5 se ven afectadas cada vez que llueve.
Explicó que «existe una alcantarilla pero existe un desnivel en el terreno y todo se inunda».
Por último, los declarantes manifestaron estar en la espera de una respuesta donde les sea incluidos en el abordaje por parte del Gobierno regional para la atención de sus problemáticas.

