En el sector Los Cortijos, en la parroquia Las Cocuizas de Maturín, al menos cinco viviendas están al borde del colapso, sumiendo a sus habitantes en una crisis sin precedentes. A pesar de haber notificado esta alarmante situación al gobernador del estado, Ernesto Luna, hace más de dos años, los afectados siguen sin recibir la asistencia necesaria.
Andreina González, una de las afectadas, mencionó que desde que comenzaron las fuertes lluvias el lunes, el problema se ha agravado ya que el terreno empezó a ceder aún más, generando un gran temor entre las cinco familias que residen junto a este acantilado.
“Ya hemos quedado incomunicados; dos familias, entre ellas cuatro niños y una persona con discapacidad, se encuentran en una situación crítica. Además, estas cinco casas se inundaron, lo que nos pone en un peligro aún mayor. El terreno se ha erosionado completamente. Llevamos un año llamando al gobernador por esta situación y no hemos recibido ayuda”, destacó González.
La afectada aseguró que Protección Civil ha hecho presencia y les ha indicado a los vecinos que desalojen sus hogares debido al riesgo que corren. Sin embargo, hasta el momento, los afectados no tienen a dónde acudir.
“No tenemos a dónde ir; somos familias de bajos recursos. El terreno sigue cediendo por las lluvias y esto provoca el derrumbe de las casas”, expresó con angustia.
Por su parte, mencionan que han perdido camas, neveras, televisores y otros enseres y electrodomésticos. Por ello, elevan su clamor y solicitan al gobernador Ernesto Luna que tome cartas en el asunto.
Fotos/Osmel Rodríguez