Vecinos del sector Los Cortijos Central, en la parroquia Las Cocuizas, le hacen un llamado al Gobernador del estado para que atienda la situación de tres viviendas que están en peligro de derrumbarse.
Señalaron los vecinos, que estas casas tienen más de 40 años, pero desde hace dos años, se originó una situación con unas personas que comenzaron a cavar en el fondo buscando objetos de valor y el terreno fue cediendo hasta que las viviendas comenzaron a derrumbarse.
En las viviendas afectadas hay niños y adultos mayores e incluso personas discapacitadas. Otro de los elementos que ha acelerado este socavamiento son las lluvias, que ha influido en el deterioro del terreno.
Para Luisa Pérez, una de las afectadas principales de esta situación, explicó que desde hace dos años su vivienda comenzó a derrumbarse.
“Hemos perdido gran parte de la vivienda producto del socavamiento del terreno, ese espacio era usado para la siembra, hoy es un hueco que se está tragando nuestra casa y puede acabar con nuestras vidas”, explicó la afectada.
SIN RESPUESTA
Pérez, señaló que en esta condición hay varias casas, todas cediendo por los efectos del socavamiento y sin una respuesta oficial.
Pablo Castellano, otro de los afectados, reveló la preocupación que tienen estas familias, cada vez que llueve, ya que el terreno cede poco a poco.
“Hemos tomado algunas previsiones, pero poco a poco vamos perdiendo terreno, mi casa ya tiene grietas, y es evidente la pérdida del terreno”, apuntó.
Los afectados explicaron que han recibido la visita de diversas personalidades y autoridades del estado, que han evaluado la situación, pero hasta la fecha han transcurrido dos años y no han tenido una respuesta.
INTENTO DE REUBICACIÓN
Jesús Ricardi, propietario de una de las viviendas que se está derrumbado, informó que cuando comenzó el socavamiento hablaron con la jefa de la comunidad, quien los reubicó en el comedor del colegio Gregoria Rondón.
“Mandamos a limpiar los espacios del comedor, pero los vecinos de Cortijos I evito que nos pudiéramos instalar alegando que estábamos invadiendo el colegio, eso nos obligó a permanecer en la casa, pero ya es insostenible esta situación”, acotó.
Los afectados pidieron a las autoridades una respuesta a esta situación, ya que el pánico que siente cada vez que llueve no los deja vivir tranquilos.