¿Alguna vez te has planteado si es bueno dormir sin almohada? Por lo general, lo más normal es utilizar este elemento o un cojín para apoyar la cabeza a la hora de dormir.
No obstante, hay personas que se sienten incómodas y optan por prescindir de ella, ya que así duermen mejor. Pero ¿es esta práctica sana y correcta para la espalda y el cuello?
Profundicemos.
¿Dormir sin almohada o con almohada?
Es importante comenzar recalcando que no existen estudios que se centren en los beneficios o desventajas de dormir sin almohada. No obstante, si que es cierto que estos elementos se utilizan para mantener la columna en una posición neutral y que esta no sufra con la carga del cuello y la cabeza durante el sueño.
Así pues, se considera recomendable usarla, aunque siempre se puede hablar con el médico de cabecera si uno considera que no está descansando adecuadamente.
Este problema podría deberse a múltiples causas, desde una mala postura en general, a contracturas de espalda o pinzamientos en particular. Lo importante es consultar con un especialista, ya que un sueño reparador es muy importante para llevar a cabo las tareas del día a día de manera satisfactoria.
¿Qué almohada debo elegir?
La almohada que mejor se adapta a tus necesidades debe ser, principalmente, aquella con la que te sientas cómodo. Es importante que no sea demasiado baja ni demasiado alta; tampoco debe ser excesivamente blanda o muy dura.
Estas características podrían ser perjudiciales para tu descanso y para tus cervicales, por lo que lo mejor es que consultes en alguna tienda o centro especializado. Existen cientos de tipos adaptados a cada consumidor, así que no tendrás problemas en encontrar una a tu gusto.
¿Qué almohada es la mejor para los niños?
Cuando los niños son bebés de menos de 2 años, lo mejor es que duerman sin almohada, ya que podría incrementar el riesgo de asfixia. Según la Asociación Española de Pediatría, es recomendable que descansen sobre una superficie lisa donde no haya otro tipo de elementos (ni peluches, ni mantas grandes, ni barrotes).
Una vez pasada esta edad, podrán empezar a utilizar la almohada normal. No obstante, lo mejor será siempre consultar primero con el pediatra.
Dime cómo duermes y te diré qué almohada utilizar
Tal y como expone este estudio llevado a cabo por un equipo de la Universidad de Rochester (Estados Unidos), lo más recomendable es utilizar almohadas y cojines en relación a la postura en la cama.
Por ejemplo:
1. Al dormir de lado
Esta postura se la llama “decúbito lateral” o “fetal”, si se flexionan las rodillas. Según la investigación citada, es aconsejable contar con un cojín pequeño y firme entre las rodillas, para así evitar dolores de espalda al levantarse por las mañanas.
2. Si duermes boca arriba
Si esta es tu postura favorita, se recomienda colocar una pequeña almohada justo debajo de las rodillas. De esta forma, se reducirá el estrés de la espina dorsal y la parte baja de la espalda mantendrá su curva natural.
Igualmente, hay que recordar que debe utilizarse también una almohada para la cabeza.
3. Para dormir boca abajo
Esta postura no es aconsejable, y no solo porque la cabeza queda de costado muchas horas, sino también porque impide respirar bien y la espalda se encuentra en una posición antinatural.
Si no se puede cambiar la forma de dormir boca abajo, al menos, se debe usar una almohada lo más fina y blanda posible. De igual manera, puede colocarse un cojín pequeño bajo el estómago, para evitarle mayor daño a la espina dorsal.
Consulta con un especialista
Lo más recomendable a la hora de elegir almohada es consultar con el médico primero. Tanto si se padece de dolores de cuello o espalda como si no, es aconsejable comentarle cualquier tipo de duda, ya que una mala elección podría resultar dañina para la salud.
Un sueño apacible y reparador es fundamental para proteger la salud y levantarse con energías por la mañana. Es importante no descuidar este aspecto y prestar atención a la calidad del sueño.
A la larga, lo agradeceremos.
Vía Agencias.