Incluso hay quienes aseguran que comer alimentos picantes durante la lactancia hace que el bebé tenga cólicos y problemas estomacales. Se agrega que esto ocurre con mayor frecuencia si la madre tiene también alguna molestia gástrica después de ingerir los productos.
Hay que decir que la mayoría de esas afirmaciones no son más que mitos. De momento, no hay ninguna evidencia. Veamos con mayor detalle.
Es seguro comer alimentos picantes durante la lactancia
Todos los expertos están de acuerdo en que es seguro comer alimentos picantes durante la lactancia. Esto no tendría por qué causarle alguna molestia al bebé. Si el pequeño se muestra más irritable, tiene más gases o parece inquieto, lo más probable es que sea por otra causa.
La composición esencial de la leche materna es siempre la misma, con independencia de lo que la madre consuma en su dieta. En otras palabras, no es cierto que los alimentos de la madre pasen de manera directa a su hijo cuando lo amamanta.
Lo que sí puede ocurrir al comer alimentos picantes durante la lactancia es que la leche cambie un poco de sabor. No es que los ácidos de la comida picante estén en la leche materna, sino solo algo de su sabor, pero de una forma muy sutil.
No se debe perder de vista que hay muchas culturas en el mundo en las que el picante es un elemento indispensable de las comidas. En esas regiones geográficas no hay ninguna restricción con las madres que amamantan.
¿Tiene beneficios comer alimentos picantes?
Para sorpresa de muchos, no solo es seguro comer alimentos picantes durante la lactancia, sino que además esto podría reportar valiosos beneficios. El primero de ellos es el cambio de sabor en la leche materna.
Cuando el bebé capta ese rastro suave y sutil del picante en la leche de la madre, comienza a ampliar el abanico de sus percepciones gustativas. De una u otra manera, esto enriquece su paladar y lo prepara para abrirse más a los nuevos sabores.
Hay un estudio en el que se evidenció que los bebés que están más expuestos a sabores diversos, a través del líquido amniótico durante el embarazo, después son más receptivos a incorporar múltiples sabores en su propia dieta cuando comienzan a comer sólidos.
Algunos alimentos con sabores fuertes modifican el gusto de la leche materna. Dentro de estos se encuentran el ajo, la vainilla, la menta y los picantes. Una investigación encontró un dato muy interesante al respecto. Se observó el cambio del comportamiento en el bebé cuando se introdujo un elemento nuevo en la dieta de la madre. La respuesta de los niños fue que tomaron más leche materna que de costumbre.
Con información de 800Noticias.