El fútbol español cobijó en esta fecha una de las escenas más insólitas de los últimos tiempos en el vibrante partido entre Real Madrid y Valencia en Mestalla que tuvo todos los condimentos.
El dueño de casa ganaba 2-0, pero el Merengue llegó al empate por un doblete de un Vinicius Jr. que vivió una jornada especial en ese estadio.
Sin embargo, todos los focos se ubicaron sobre lo hecho por el árbitro Jesús Gil Manzano, quien pitó el final segundos antes de que Jude Bellingham anotara el 3-2.
El reloj indicaba los 98 minutos y 40 segundos cuando el juez se llevó el silbato a su boca. En ese preciso instante, Brahim Diaz estaba sacando un centro al área desde el sector derecho luego de haber recuperado la pelota tras un despeje del elenco Che tras un córner del Madrid.
Mientras el ruido del silbato se oía en el césped, la pelota volaba en el aire rumbo a la cabeza del inglés, quien finalmente la impactó y la hizo entrar al arco que defendía Giorgi Mamardashvili.
Gil Manzano no dio espacio a las dudas sobre su decisión: el partido había terminado. Pero nada detuvo el escándalo, en una situación por demás polémica. El escándalo en torno a la figura de la máxima autoridad del juego tuvo a varios futbolistas del Real Madrid reclamando con furia, pero el que se llevó la tarjeta roja fue el propio Bellingham.