
La insistencia de la primera dama de Francia, Brigitte Macron, en desmentir la teoría que la señala como una mujer transgénero ha generado malestar en la comunidad LGBT. Según el diario local Libération, los procesos legales que ha emprendido contra quienes difundieron ese rumor estarían «alimentando la estigmatización de las personas transexuales», al tratar el tema como una difamación en sí misma.
La publicación aclara que la demanda que Brigitte Macron presentó en 2022 contra Natacha Rey y Amandine Roy —quienes afirmaron en 2021 que la primera dama nació hombre y que su verdadero nombre era Jean-Michel Trogneux— resultó contraproducente.
El medio resalta que la absolución de Natacha Rey y Amandine Roy evita que se transmita un mensaje perjudicial: que “ser transexual no es un delito ni una deshonra”, y que una condena habría sugerido que “ser confundido con una persona transexual es, en sí mismo, algo degradante”.
«Queriendo limpiar su honor, contribuye, tal vez sin querer, a reforzar la idea de que ese rumor es en sí mismo insultante y, por lo tanto, a perpetuar la estigmatización de las personas transexuales», sostiene el medio, y añade que, según la corte, no se puede demandar a alguien por haber atribuido a alguien la identidad transgénero, porque eso sería «avalar la idea de que esta identidad es un insulto» y convierte a las personas trans «en una categoría jurídica vergonzosa».
En este sentido, se asevera que no hay nada ofensivo en los rumores, sean falsos o no, y que es un error que Brigitte haya ido tan lejos como para demandar a la ‘influencer‘ estadounidense Candance Owens, porque además resulta adverso, pues las acciones legales que la primera dama ha emprendido no han logrado acabar con las teorías, sino todo lo contrario.
Con información de Globovisión