Vecinos del sector Doña Menca II, de Maturín, denuncian que diariamente sufren por los frecuentes apagones. Señalan que uno de los más afectados son las personas que tienen pequeños negocios como bodegas y abastos, ya que dejan de vender en las horas que quedan sin el servicio.
Manifiestan que el servicio lo suspenden en la mañana y que dura alrededor de cuatro a cinco horas. En ese lapso de tiempo, los pequeños comerciantes se estancan y deben esperar que regrese el servicio para poder pasar los puntos de venta.
“Si se va la luz se va el Internet, entonces nosotros trabajamos con puntos de venta, obligatoriamente tengo que esperar que regrese para poder vender. Además, cuando se va en la tarde-noche, como a las 6:00, a veces cierro el negocio o espero para ver si viene rápido y poder vender. Estamos en los meses de Navidad y lo que estamos es buscando el dinero para poder subsistir”, dijo María Salazar.
Señala que en la comunidad hay numerosas bodegas, abastos, panaderías, y comercios asiáticos, muchos de los cuales no cuentan con plantas eléctricas, y también emprendedores que en sus casos venden helados y hasta hallacas.
“Es horrible los cortes de luz. Tenemos que estar pendientes para que no se dañen nuestros aparatos electrónicos. En estos últimos tres meses hemos visto que se han intensificado las interrupciones del servicio. Lo peor es cuando regresa el servicio, que viene con alto voltaje, que es cuando se dañan los electrodomésticos”, expresó Ditza Chacón.
Por su parte, en varias parroquias de la capital monaguense como San Simón, Alto de Los Godos, Las Cocuizas, La Cruz, entre otras, vecinos de numerosos sectores también han reportado los frecuentes cortes de este servicio.
Fotos/Juan Goitía y Anselmo Sánchez (pasante)
