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Faride murió en la Juncal y su cuerpo pasó ocho días en la morgue

La profesora de inglés que se encontraba en situación de calle, falleció a la 1:00 de la tarde del martes 11 de junio y sus restos fueron sepultados la mañana de este miércoles 19

Faride desapareció de las calles de Maturín el martes 11 de junio. A la 1:00 de la tarde de ese día dio su último suspiro entre la avenida Juncal con Bolívar, lugares que desde hace más de seis años se convirtieron en su espacio para vivir. Ya ella no se acercaba a la casa de su madre fallecida, ubicada en la Prolongación Cedeño.

Su cédula dice que nació el 20 de marzo de 1956 y su nombre completo es Faride Paulina Farías Fermín, apellidos que solo adornan su identidad, pues, sus parientes la dejaron a la intemperie, a la suerte y al olvido, como si se tratara de una persona desconocida.

En sus últimos años la mujer de contextura gruesa, piel morena y voz recia pasaba por un fuerte episodio de trastorno mental, producto de una depresión a consecuencia, supuestamente, de la partida física de su progenitora.

Pero Faride no siempre fue agresiva como comentan algunos usuarios en las redes sociales. Ella, en ocasiones, se mostraba serena y tranquila, como en febrero de 2024, cuando una vecina se le acercó, la bañó, le dio ropa y la llevó a comer.

“Ese día ella estaba contenta. Compartimos un momento agradable. Ella no quería volver a su casa. No tuvo hijos, solo unos hermanos que no velaban por rescatarla de las calles”, comenta la única persona que acudió a la morgue del Hospital Universitario “Dr. Manuel Núñez Tovar” (Humnt) a reconocer su cuerpo cuando supo que había fallecido.

MUJER PREPARADA

Faride Paulina egresó en la década de los 90 de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador de Maturín, como profesora de inglés, aunque también dominaba las matemáticas, incluso, hay quienes dicen que aún en medio de su enfermedad, hacía uso del idioma universal para comunicarse.

Igualmente fue estudiante del Programa de Formación de Grado en Gestión de Salud Pública, en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) durante el año 2013. Quienes fueron sus compañeros de clases en aquel entonces manifestaron que siempre se destacó en cada uno de los contenidos, sin embargo, los cuadernos y libros los fue cambiando por plásticos y retazos de tela, mientras que sus faldas floreadas y accesorios que solía lucir, fueron sustituidas por ropa sucia, corroída por el tiempo, producto de dormir donde le agarrara la noche, con lluvia o con sol. Ya eso no le preocupaba, solo sobrevivir, y lo hizo gracias a la caridad de unos pocos que la ayudaban y no se hacían la vista gorda, como una muchacha que le curó las heridas en sus piernas cuando fue atropellada por un vehículo.

En medio de una depresión, Faride comenzó a padecer de trastornos mentales por lo que tomó las calles

LE GUSTABAN LAS FIESTAS

A Faride le gustaba compartir y en una fiesta no se quedaba sentada. Ella bailaba hasta más no poder y le encantaba lucir atuendos de ‘hora loca’ para hacer más divertido el momento, eso sí, le gustaba llegar temprano a su casa y cuando se le hacía tarde pedía que la acompañaran para sentirse segura.

A Faride Paulina le encantaban las fiestas

SUFRIÓ UN INFARTO

Quienes vieron a Faride la tarde del martes 11 de junio, entre la avenida Juncal con Bolívar, creyeron que estaba dormida, sin imaginar que estaba sin signos vitales.

Fue así como las autoridades fueron notificadas del hecho, cuyos funcionarios se trasladaron al sitio y al percatarse de que ‘no tenía pulso’ la llevaron a la morgue del principal centro asistencial de Monagas, a la espera de que algún familiar fuera a retirar su cadáver, sin embargo, ningún pariente llegó.

Quien hizo acto de presencia fue la misma señora que la invitó a comer hace cuatro meses, quien se encargó de realizar todos los trámites correspondientes desde el pasado lunes 17 de junio.

SEPULTURA

Faride conocía a mucha gente y muchas personas la conocían a ella, pero su último adiós fue triste. Todo transcurrió en medio de una mañana amenazada por la lluvia, donde solo estaban los trabajadores del Cementerio Nuevo de Maturín y aquella buena amiga que, guiada por el amor de Dios, agilizó todo para despedir a la docente de inglés.

La Alcaldía donó la urna donde fueron depositados los restos humanos que ya estaban en avanzado estado de descomposición, pues, a pesar de que el cuerpo permaneció por ocho días en el área de Anatomía Patológica del Núñez Tovar, las cavas no funcionan en su totalidad, por lo que los cadáveres se descomponen rápidamente representando una grave amenaza para quienes allí laboran, por lo que se espera que las autoridades competentes ‘le metan la mano’ a estos espacios donde brindan un servicio indispensable.

Sus restos fueron sepultados en el Cementerio Nuevo de Maturín

Jhonnet Martínez

Licenciado en Comunicación Social, productor y conductor del programa radial "Noticias 89UNO", estudiante de Lengua y Literatura.

3 Comentarios

    1. Dios reciba tu alma en el cielo y te dé el lugar y el sosiego y el descanso que no tuviste en la tierra pero tuve la dicha de conocerte pero eres grande y fuiste a la niña consentida de Dios a pesar de las vicisitudes que pasaste en vida estoy seguro que Dios tiene un lugar especial para ti en los cielos

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