
Desde hace más de una semana, un desborde de aguas servidas genera muy malos olores que afectan a quienes transitan por la calle Juana Ramírez diagonal a la plaza El Estudiante así como a comerciantes.
Los fétidos olores generan malestar entre los ciudadanos, ya que además está al lado de una reconocida panadería, es un riesgo para la salud de las personas.
«La hediondez es insoportable, se hace muy difícil poder trabajar en estas condiciones, ayer (martes) estaba peor porque porque el desborde de aguas negras era más fuerte. Eso es un riesgo para la salud de quienes trabajamos cerca», expresó William Rodríguez.
Transeúntes y comerciantes hacen un llamado a la hidrológica Aguas de Monagas para que atienda prontamente este problema de salud pública.
