
El ataque de EEUU contra las instalaciones nucleares iraníes, realizado la madrugada de este domingo, provocaron reacciones de rechazo en la comunidad internacional, entre ellos: Venezuela, Colombia, Cuba, Chile, Brasil, China, Norcorea entre otros.
En ese sentido, llaman a rebajar las tensiones para evitar una escalada de consecuencias imprevisibles.
Estas reacciones revelan el estado de ánimo del mundo ante un conflicto que no deja de intensificarse.
Las reacciones incluyen amenazas de represalias, rechazo absoluto, llamados a dar pasos atrás y apoyo incondicional.
También hay quienes toman medidas si los enfrentamientos afectan su territorio. En el primer grupo, los rebeldes hutíes de Yemen amenazan con «atacar barcos y buques de guerra estadounidenses en el mar Rojo».
Además, el grupo respalda al gobierno de Teherán y condena «enérgicamente la flagrante y bárbara agresión estadounidense».
En el grupo de quienes rechazan absolutamente el ataque se encuentra Pakistán, que expresó su profunda preocupación por los efectos que podría tener el bombardeo para la región y el mundo entero a través de un comunicado de su Ministerio de Exteriores.
El texto dice: «Pakistán condena los ataques de Estados Unidos contra las instalaciones nucleares de Irán, que ocurrieron después de una serie de ataques de Israel».
A su vez, varios países árabes expresaron su preocupación por la amenaza a la seguridad que supone la implicación estadounidense en el conflicto.
El portavoz del gobierno de Irak, Basem al Auadi, recordó que «las grandes potencias y los organismos internacionales deben evitar provocar nuevas crisis en el mundo» y enfatizó que «el diálogo y la diplomacia no pueden ser sustituidos por soluciones militares».
Lideres latinoamericanos condenan ataque
La Cancillería colombiana manifestó su «profunda preocupación por el aumento de tensiones entre Estados Unidos e Irán«, exigiendo a todas las partes involucradas retomar urgentemente el camino de la negociación como única salida responsable y duradera.
El Ejército de Estados Unidos bombardeó categóricamente las instalaciones nucleares de Irán, incluyendo los complejos de Fordow, Natanz e Isfahan, lo que el Gobierno venezolano rechazó enérgicamente, elevando así las tensiones geopolíticas mundiales.
También, la Cancillería venezolana emitió un comunicado oficial denunciando la arremetida como «un acto de agresión ilegal, injustificable y extremadamente peligroso» que vulnera la Carta de las Naciones Unidas y los principios fundamentales del derecho internacional.
El mandatario chileno Gabriel Boric fue categórico al señalar que «atacar centrales nucleares está prohibido por el derecho internacional», condenando directamente la agresión estadounidense.
Asimismo, la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana hizo un llamado urgente al diálogo diplomático, enfatizando que «la restauración de la convivencia pacífica entre los Estados de la región es la mayor prioridad».
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, denunció los bombardeos y afirmó que «arrastra a la humanidad a una crisis de irreversibles consecuencias«.
El canciller Bruno Rodríguez respaldó la posición cubana, caracterizando la ofensiva como un «acto criminal e irresponsable» que vulnera el régimen internacional de seguridad nuclear.
La agresión estadounidense vulnera las normas y salvaguardias que establece la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), el organismo encargado de supervisar el uso pacífico de la energía nuclear a nivel mundial.