
El Inter Miami de Lionel Messi sufrió una dura derrota por 2 a 0 en su visita a Vancouver Whitecaps por la ida de las semifinales de la Concacaf Champions Cup. La serie se definirá el próximo miércoles en Fort Lauderdale.
En el BC Place, las Garzas no hicieron pie y quedaron al borde del abismo en el certamen continental: necesitan otra remontada, como en cuartos ante Los Angeles FC, para meterse en la gran definición, con la desventaja que supone en esta competencia no haber marcado de visitante.

Brian White (24′) y Sebastian Berhalter (85′) anotaron los goles del equipo canadiense, dirigido por el danés Jesper Sørensen, que con un estilo muy directo y una gran efectividad en el área rival golpeó en los momentos justos y se quedó con un triunfazo.
El inicio del cotejo se presentó parejo, pero la facilidad del local para meter la pelota en el área rival le permitió a Daniel Ríos la posibilidad de abrir el marcador. Solo la salvada del Chelo Weigandt en el área chica lo impidió, pero ni Óscar Ustari ni él pudieron hacer nada ante White, el goleador del equipo.
Entre el ecuatoriano Pedro Vite, Berhalter y el mencionado White armaron una jugada colectiva de lujo que desarticuló la defensa de los de Florida y el centrodelantero, que volvía de una lesión, anotó por séptima vez en sus últimas seis presentaciones.
Con la desventaja en el marcador, Inter Miami se adueñó decididamente del balón, pero esta tenencia fue, la mayoría del tiempo, inocua, porque más allá de algunas genialidades de Messi -hoy, a cuentagotas- y de su jerarquía, a la visita le costó generar peligro.
De hecho, más allá de un par de remates de afuera del área de Messi, lo más relevante que dejó la etapa inicial fue el picante cruce de Messi con su compatriota Andrés Cubas, a quien el 10 le recriminó durante varios minutos un par de acciones.
En el complemento, la dinámica del encuentro no cambió, con los pupilos de Javier Mascherano buscando el arco rival sin caminos muy claros, porque Messi estaba bien contenido por el centro, Jordi Alba, siempre una opción en la izquierda, no tenía la lucidez en el pase final de otros días, y Luis Suárez no lograba meterse en el juego.
Con más empuje que otra cosa -y teniendo la pelota el 70% del tiempo-, Inter Miami parecía más cerca del empate que Vancouver Whitecaps de extender su ventaja, pero el resultado no solo era negativo por la derrota, sino que la velocidad de los canadienses para salir de contragolpe implicaba un riesgo implícito para las Garzas.
Y sobre la hora, cuando Ustari y compañía apenas sufrían, Vancouver anotó un gol que puede ser clave en la eliminatoria: Jayden Nelson recibió entrando al área, envió un centro atrás, jugadores de ambos equipos pifiaron y el que no dudó fue Berhalter, hijo de Gregg, ex DT de Estados Unidos, que le rompió el arco al argentino y le puso cifras definitivas al marcador.
En el tiempo añadido, con algo de amor propio, Inter Miami buscó y hasta estuvo cerca de descontar, pero el arquero Yohei Takaoka apenas fue exigido durante una noche hostil para el equipo de Lionel Messi, que necesita ganar 2-0 para llevar la serie al alargue (y los eventuales penales).
En caso de que Inter Miami se impusiera por dos goles de diferencia pero recibiendo al menos un tanto (3-1 o 4-2, por ejemplo), Vancouver Whitecaps clasificaría a la final por la regla de gol de visitante. El conjunto de Mascherano, claro, clasificará en caso de golear, ya que tendrá el resultado global a su favor.
El partido de vuelta tendrá lugar el próximo miércoles en el Chase Stadium, pero antes Inter Miami, único invicto de la MLS y protagonista de la Conferencia Este, recibirá a FC Dallas el domingo. Los canadienses, líderes de la Conferencia Oeste, visitarán a Minnesota United el mismo día.
Vía ESPN