«Los taxis pueden flotar», había advertido el meteorólogo Guillermo Ramis. Muchos no le creyeron pero no estaba exagerando. Después del mediodía del viernes, se hizo de noche en la capital de Uruguay. La tormenta era inminente y los habitantes de Montevideo iban por las calles tratando de repararse de una lluvia que era cada vez más fuerte.
El Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) había emitido una alerta naranja por tormentas. En el boletín emitido a las 11:50 hora local, detalló que una “perturbación atmosférica asociada a masa de aire húmeda e inestable” afectaba a Montevideo, y diversas localidades del sur y suroeste del territorio.
“Cabe destacar que en zonas de tormentas se podrán registrar lluvias copiosas en cortos períodos, ocasional caída de granizo, intensa actividad eléctrica y rachas de viento fuertes. Se continuará monitoreando la situación y se informará ante eventuales cambios”, detalló el Inumet.
El pronóstico fue exacto. Después de horas de lluvias intensas, numerosas áreas de Montevideo se convirtieron en paisajes donde los autos parecían casi sumergidos en el agua. Hubo momentos en los que incluso contenedores de basura y vehículos flotaban. Esta escena desató un gran revuelo en las redes sociales, generando una repercusión considerable en todo el país.
Con información de 800Noticias.