A José Cova.-Gaspar, aquel hombre menudo de camisas elegantes y habituales lentes oscuros, se le ha conocido tal vez desde el silencio, pero también desde la eventual contundencia, con su verbo fino y audaz, siempre con el argumento a flor de piel, con la elocuencia que pocos alcanzan y que muchos admiran (aún en silencio).
Es su arte de saber decir. A él se le atribuye una prosa exquisita, que ha cultivado con esfuerzo, aunque le viene de casta. Sus letras desfilan por buena parte de las Américas y hasta han cruzado el Atlántico en formas diversas: desde ensayos hasta artículos científicos y libros de texto.
Esa impronta se la debe a su esmero por la gramática que él mismo llama “situada”, que ubica al lingüista frente a la realidad, no sólo para contemplarla en verbos, adjetivos, sustantivos y demás, sino para hacerse parte de ella, para mimetizarse a través de un análisis concienzudo que revela compromiso social y cercanía con las necesidades de los desfavorecidos, de los que nadie ve, de los oprimidos por las prácticas políticas groseramente abusivas, de los que la raza separa, a los que la sociedad señala y tanto más.
Él es -en cierta forma- un lingüista que encontró en la palabra una posibilidad cierta de acompañar al otro y caminar juntos; sabe además que no es tan bien visto en los cánones cada vez más estandarizados en la investigación de su área, pero eso no le asusta, al contrario, le anima a adentrarse por caminos que aún no han sido del todo explorados, a riesgo de extraviarse a sí mismo por esos senderos. Su recompensa no está en el reconocimiento, sino en la visibilización de los temas y actores para los que la sociedad no tiene ojos, ni oídos.
Según ha narrado él mismo, aunque no siempre quiso ser docente, tan pronto se vio en la escena universitaria e hizo catarsis sobre la enseñanza con su amada madre, supo que había mucho de lo que quería en este nuevo lugar que la vida le presentaba: compromiso, disciplina, método, rigor y sobre todo esmero. Allí empezaría su nueva historia; una que lo ha llevado a mantenerse siempre inquieto y creativo, aunque ha pasado de efervescencias a quietudes, su espíritu se mantiene apegado y fiel al de aquel joven que inició la vida universitaria con expectación por un mejor porvenir, criticando donde otros asentían y aportando donde otros guardaban. Desde su terruño materno, Caripito, hasta la Sultana del Guarapiche -Maturín- que lo vio nacer, empezó su peregrinar por estos empinados caminos.
Tras algunos lustros de experiencia, primero como estudiante y luego como docente, se le ve convencido de sus tránsitos, no sólo por su compromiso con lo que ha asumido en lo profesional y académico, sino por su don de gente que lo caracteriza y le hacen ganarse un lugar especial entre sus conocidos, alumnos y profesores.
Carrera
Inició su carrera como estudiante de la especialidad de Lengua y Literatura en el Instituto Pedagógico de Maturín, egresando como profesor de dicha especialidad en el segundo decenio de los años 2000’, donde obtuvo la mención honorífica de Summa Cum Laude y el primer lugar de la promoción entre 741 graduandos. Inmediatamente, ingresó como personal docente en asignaturas como Introducción al Estudio de la Lengua, Lengua Española, Adquisición y Desarrollo del Lenguaje, entre otras; todas adscritas al Departamento de Lingüística.
Poco más de un año después, vendría el concurso de oposición que lo haría profesor de planta de su alma máter. Luego, se tituló como magíster en Lingüística y desde ese lugar de hondas reflexiones ha forjado un camino vuelto sobre sí y sobre los otros, siempre en menesteres que procuran reconocer el valor del discurso en la formación de la identidad y trascender las lógicas ortodoxas de la lingüística que analizan la interacción verbal como objeto abstracto y desvinculado de la sensibilidad humana, para verla como el encuentro necesario entre humanidad y convivencia.
En ese marco, una de sus contribuciones le hizo merecer de la primera edición del Premio de Investigación UPEL-IPM (2022), en la categoría de Estudiante Investigador de Postgrado y que lo ha hecho aportar innovadoras perspectivas analíticas a la teoría lingüística con su visión del impacto de las emociones en el discurso. También ha cosechado una veintena de reconocimientos, distinciones y premios por su destacada labor en la investigación y la enseñanza. Ha publicado 4 libros sobre didáctica de la lengua y temas afines.
Además, ese incesante deseo por adentrarse en los intersticios de la investigación lingüística le han llevado (por elección de sus miembros) a ocupar la coordinación del más longevo centro de investigación lingüística y literaria en el Pedagógico de Maturín, el Centro de Estudios Textuales (CETEX), así como de la línea de investigación Estudios del Discurso, con la que ha impulsado varios proyectos interesantes que han generado publicaciones, conferencias, ponencias, talleres y otras actividades académico-científicas dentro y fuera de Venezuela.
Se tituló como magíster en Ciencias de la Educación, mención: Planificación en la Universidad Nacional Abierta de Venezuela, publicándose su trabajo de grado en la más importante revista científica de esa casa de estudios superiores. También se tituló como magíster en Educación, mención: Educación Superior en el Pedagógico de Maturín, incursionando en investigaciones que abordan temas de currículo, evaluación del aprendizaje, metodología de la investigación, gerencia comunicacional, entre otras. Ello le posibilitó ser parte del Núcleo de Investigación en Estudios Curriculares del IPM como investigador invitado, desarrollando vanguardistas ideas para analizan el hecho pedagógico desde diferentes perspectivas. En la actualidad, prosigue estudios de doctorado en Educación.
Ha sido miembro de varias instituciones científicas de la región continental, como la Asociación Latinoamericana de Estudios del Discurso, Asociación de Lingüística Sistémico-Funcional de América Latina, Asociación de Estudios de la Escritura en Educación Superior y Contextos Profesionales, Asociación Venezolana para la Enseñanza del Español como Lengua Extranjera, entre otras. Actualmente, está dedicado a desarrollar varios proyectos científicos y académicos, entre ellos la dirección y edición de revistas arbitradas, boletines informativos y la asesoría a instituciones educativas y corporaciones en torno a la comunicación organizacional y gestión del talento humano.
Las pasiones de este joven maestro y lingüista se reparten entre la quietud que le proporcionan los soliloquios alrededor de las prácticas discursivas, el ámbito editorial y la enseñanza sensible de una docencia despierta que ayuda a comprender al otro y a considerarlo en sus diversas dimensiones, consciente de su valor para una interacción respetuosa de lo distinto y constructora de la paz necesaria en épocas de incertidumbre.
Así –sin más- ese es José Cova-Gaspar, el peregrino sencillo de la docencia universitaria que ha hecho de sus renuncias, la oportunidad para el crecimiento y la compañía a los demás.
