
Juanes reveló en el podcast «Más Que Titulares» que comenzó a beber alcohol a los 38 años, después de una vida de abstinencia. El artista confesó: «Caí ahí por la fama, por presión, por el trabajo… Yo no sabía que lo que estaba haciendo era eso. Pensaba que yo tomaba porque me encantaba tomar». Inicialmente creyó que el alcohol lo ayudaba con su timidez para socializar y enfrentar el escenario, pero pronto se dio cuenta que estaba llenando un vacío emocional que lo llevaría a la dependencia.
El consumo de alcohol del artista escaló progresivamente hasta volverse incontrolable: «Poco a poco, hasta que termine tomando todos los días. Me tomaba un whisky o dos, después tres. Después una copa de vino, después tres, después una botella de vino todos los días«. Juanes describió cómo esta dependencia afectó su vida profesional y personal: «Me generaba una angustia horrible. Mi estado de ánimo, mi rendimiento en el trabajo, en la vida, en las decisiones». A diferencia de otros casos, aclaró que nunca mostró comportamientos violentos o de ebriedad evidente.
La redención familiar
Sus hijos Paloma, Luna y Dante fueron la motivación principal para superar su adicción: «No quería que me vieran así». El artista destacó que el ejemplo que quería darles fue crucial para buscar ayuda y recuperar el control. Aunque estaba funcional, reconoció que había perdido el dominio sobre su consumo y que esto afectaba su capacidad para tomar decisiones coherentes en su vida personal y profesional.
Hoy, Juanes mantiene una relación controlada con el alcohol: «Ahora me tomo una copa de vino me encanta y la disfruto demasiado». El artista encontró el balance que le permite disfrutar socialmente sin caer en excesos, especialmente cuando tiene compromisos profesionales: «Si mañana tengo que cantar, no me voy a tomar tres copas de vino«. Su nuevo álbum, con canciones como «Una noche contigo», refleja esta etapa más luminosa y optimista de su vida.
Vía Diario 2001