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La ciencia revela cómo el afecto físico se usa para manipular y controlar a la pareja

El equipo liderado por Richard Mattson, profesor de Psicología en la Universidad de Binghamton, encuestó a 512 estudiantes universitarios para analizar este fenómeno

Aunque el contacto físico es universalmente asociado con el afecto, un estudio reciente publicado en la revista Current Psychology ha revelado una faceta más oscura: algunas personas utilizan los abrazos y otras formas de contacto físico para ejercer control y dominio sobre sus parejas.

La investigación advierte que el contacto en las relaciones románticas no siempre es bienintencionado. Según el texto, «la forma y el lugar del contacto pueden comunicar una amplia gama de mensajes, algunos de los cuales están dirigidos a lograr control social […] para infligir daño emocional, establecer dominio o inducir la sumisión de la pareja».

La conexión con la «tríada oscura»

El equipo liderado por Richard Mattson, profesor de Psicología en la Universidad de Binghamton, encuestó a 512 estudiantes universitarios para analizar este fenómeno. Los hallazgos más significativos establecen un vínculo directo entre el uso manipulador del contacto y ciertos rasgos de personalidad.

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Los científicos descubrieron que las personas que poseen los rasgos de la «tríada oscura» —psicopatía, narcisismo y maquiavelismo (astucia y manipulación)— son significativamente más propensas a usar el contacto físico como herramienta de coerción.

«Lo novedoso de nuestro trabajo no radica solo en identificar usos problemáticos del contacto, sino en vincular esos comportamientos con el tipo de persona que tiende a usarlos con su pareja», aseveró Mattson.

Contacto manipulativo para beneficio propio

El profesor Mattson enfatizó que la semejanza superficial con el contacto afectuoso no implica buenas intenciones. Lo que se observó es un uso manipulativo del contacto, donde no solo se anulan los beneficios emocionales esperados, sino que la acción se convierte en una herramienta de poder.

«No solo no se obtienen beneficios del contacto en estas relaciones, sino que, además, es poderoso, por lo que puede usarse para beneficio propio en detrimento de la pareja», concluyó el investigador, destacando la necesidad de reconocer que no todas las formas de contacto físico en una relación son afectuosas.

Con información de Notitarde

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