
Millones de personas experimentan picazón y lagrimeo ocular al momento de cortar cebollas. Un reciente estudio científico ha revelado el mecanismo detrás de esta irritación y, más importante aún, ha proporcionado la clave para evitarlo.
Una investigación liderada por la Universidad de Cornell y publicada en Newsweek, se centró en el proceso de picar cebollas para determinar cuáles son las soluciones más eficaces.
El mecanismo detrás del lagrimeo
El estudio identificó el óxido de propanotial S como el compuesto volátil responsable del lagrimeo y la picazón.
El ingeniero Sunghwan Jung, líder de la investigación, explicó que al presionar el cuchillo sobre las capas de la cebolla, las células internas son sometidas a una fuerte presión. Al romperse, se libera una nube invisible de diminutas gotas irritantes.
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Esta nube puede ser expulsada a velocidades de entre 18 y 143 kilómetros por hora, lo que explica la reacción inmediata en los ojos al picar.
La solución científica
Los investigadores descubrieron que la forma en que se pican las cebollas tiene un impacto directo en la cantidad de aerosol irritante liberado:
- Mayor irritación: Se produce cuando el cuchillo tiene poco filo y el corte es rápido. Esto aumenta el número de gotas y la energía con la que son lanzadas al aire.
- Menor irritación (La Clave): La mejor opción es utilizar cuchillos bien afilados y realizar el corte con movimientos pausados.
Esta técnica no solo reduce drásticamente las lágrimas, sino que limita la cantidad de partículas irritantes emitidas por la cebolla, haciendo que la experiencia culinaria sea mucho más cómoda.
Con información de Caraota digital