Todo comenzó en los hogares como un testimonio de fe y en pago de promesa a la Virgen del Valle por los favores recibidos, hoy en día se ha convertido en un ícono de esperanza en los sectores de Maturín.
La presencia de la Patrona de Oriente es símbolo de orgullo para quienes la recibieron en sus comunidades y religiosamente celebran su fiesta desde hace más de 20 años.
Muchos se acercan a ella para encomendarse a sus plegarias y otros simplemente para agradecer y venerarla como la madre del Salvador.
Las zonas donde estas celebraciones reúnen cientos de fieles son la calle La Planta en el sector 23 de Enero, Calle Cedeño con Chimborazo, La Manga, Las Cocuizas, y Los Guaritos, por mencionar algunos.
En el caso de la calle 3 del de Los Guaritos III Canal 90, como en el resto de Monagas y del oriente del país, la devoción a María se expandió por el Milagro de Dios en una de las vecinas que pidió sanación y como agradecimiento levantaría una capilla para su veneración.
Desde entonces, todos recuerdan este maravilloso día y se organizan con la celebración de novenarios donde la imagen peregrina por las calles de la comunidad recibiendo el amor de su devotos, con posterior amanecer feliz, Eucaristía y procesión por la comunidad.
Liliana Sánchez, quien tiene la responsabilidad del cuidado de la imagen y de su vestimenta, contó con alegría la ayuda de la Madre de Dios en su vida.
«En un chequeo médico de detectaron células cancerígenas en el útero, por lo que estaba en fase de inicio. Recuerdo que me refugié en la fe a la Virgen del Valle y ella me sanó».
Testimonios como este existen muchos que la ciencias y los incrédulos se niegan a entender, pero lo cierto es que el amparo de María asiste a todos los que la buscan.
