La reciente muerte del icónico diseñador Giorgio Armani ha desatado una ola de preguntas sobre el futuro de su vasto imperio.
Con una fortuna estimada en 13.000 millones de dólares y un conglomerado que abarca desde la alta costura hasta los bienes raíces, su fallecimiento plantea un desafío único en el competitivo mundo del lujo, donde la independencia de una marca de su calibre es una rareza.
Un legado que trasciende la moda
Giorgio Armani, que se había convertido en el cuarto hombre más rico de Italia, dejó este mundo mientras se preparaba para celebrar el 50º aniversario de su grupo. Su imperio, con sede en Milán, emplea a más de 9.000 personas y generó una facturación de 2.300 millones de euros en 2024.
Leer también: Charlie Sheen se sincera: «No voy a huir de mi pasado»
La marca Armani se extiende a través de más de 600 tiendas a nivel global, ofreciendo una amplia gama de líneas de ropa como Giorgio Armani, Emporio Armani, A|X Armani Exchange y EA7. Además, el grupo ha diversificado sus negocios en múltiples sectores, incluyendo:
Hostelería e inmobiliario: Con propiedades en China, Miami y Brasil.
Deportes: Fue propietario del equipo de baloncesto Olimpia Milano y vistió a equipos de fútbol de alto perfil como la Juventus y la selección italiana.
Licencias: Colaboraciones estratégicas con gigantes como EssilorLuxottica para gafas, L’Oréal para perfumes y cosméticos, y el chocolatero Guido Gobino.
Sucesión planificada: ¿Quién tomará el timón?
A pesar de no tener herederos directos, Armani planificó su sucesión meticulosamente para asegurar la integridad e independencia de su grupo.
Según reportes de la prensa italiana, el plan incluye una nueva estructura de liderazgo en la que la Fundación Giorgio Armani —actualmente con una participación mínima— y un círculo cercano de familiares y colaboradores tendrán un rol fundamental.
Un futuro incierto para el último imperio del lujo independiente
La feroz independencia de Armani lo diferenció de otras marcas de lujo, que fueron absorbidas por grandes conglomerados. Ahora, la pregunta es cómo su legado se adaptará a los nuevos tiempos.
Analistas como Luca Solca de Bernstein sugieren que la marca tiene un atractivo universal, similar al de Ralph Lauren, lo que podría garantizar su relevancia. Sin embargo, el futuro es incierto: ¿seguirá el camino de Versace, que tuvo una sucesión difícil y fue vendida, o el de Apple, con un sucesor visionario como Tim Cook?
A esto se suma el actual contexto del mercado del lujo, que ha experimentado una desaceleración global. Aunque el Grupo Armani vio una caída del 6% en sus ingresos en 2024, la empresa mantuvo su compromiso con la inversión, destinando 332 millones de euros a la renovación de tiendas en Nueva York y Milán, y a la apertura de una nueva boutique en París.
Las propiedades de Armani: Un reflejo de su legado
Más allá de su imperio empresarial, Giorgio Armani también dejó un valioso patrimonio inmobiliario que refleja su estilo de vida y éxito.
Sus residencias se extendían desde su hogar principal en Milán hasta villas de lujo en la isla de Pantelleria, Forte dei Marmi y el exclusivo balneario de Saint-Tropez.
Poco antes de su muerte, el diseñador adquirió la «Capannina di Franceschi», un legendario club en Forte dei Marmi, en un gesto que conectaba su pasado y presente.
Con información de Notitarde
