El descubrimiento lo hicieron los científicos de la Universidad de Colorado, en EEUU y la Universidad Federal de Ouro Preto, en Brasil. Asimismo, la información se reveló a través de un estudio publicado en el mes de mayo en la revista Biological Research.
El experimento realizado con ratas de laboratorio demostró que una dieta alta en grasas saturadas alteraba las bacterias intestinales de los roedores y modificaba su comportamiento. Al mismo tiempo influye en una compleja vía que conecta el intestino con el cerebro, en sustancias químicas cerebrales de forma que aumenta la ansiedad.
Grasas saturadas no son saludables
En este sentido, el autor principal de la investigación, Christopher Lowry, aseguró que “todo el mundo sabe que no son alimentos saludables, pero tendemos a pensar en ellos estrictamente en términos de un pequeño aumento de peso”. Sin embargo, Lowry explica que una dieta alta en grasas saturadas “también tiene un impacto en tu cerebro de una manera que puede fomentar la ansiedad“.
Si bien los investigadores no tienen claro cómo las alteraciones en el intestino pueden cambiar las sustancias químicas del cerebro. El científico Lowry prevé que un microbioma no saludable compromete el revestimiento intestinal, lo que permite a las bacterias colarse en la circulación del cuerpo y comunicarse con el cerebro a través del nervio vago.
Vía Venezuela News.