La Justicia rusa decretó este domingo prisión preventiva por dos meses, hasta el 22 de mayo, para los cuatro sospechosos de perpetrar el atentado en la sala de conciertos rusa Crocus City Hall, que dejó el viernes al menos 137 muertos.
Identificados como Dalerjon Barotovich Mirzoev (32 años), Saidakrami Murodali Rachabalizoda (30), Shamsidin Fariduni (25) -que ya han admitido su culpabilidad, según AP- y Muhammadsobir Fayzov (19), los cuatro hombres comparecieron ante los tribunales moscovitas con evidentes signos de violencia física (uno de ellos tiene incluso una oreja amputada).
A los sospechosos, todos ellos ciudadanos de Tayikistán, se les imputan cargos de terrorismo y se enfrentan a una posible cadena perpetua, comparecieron ante los tribunales moscovitas con evidentes signos de violencia física. Medios rusos, explica Al Jazeera, han informado que los individuos han sido torturados durante los interrogatorios por parte de las fuerzas de seguridad.
Mirzoyev, Rachabalizoda y Fariduni mostraban fuertes hematomas y el rostro hinchado, y Faizov fue trasladado al tribunal desde un hospital en silla de ruedas, donde permaneció sentado con los ojos cerrados durante toda la vista. Rachabalizoda llevaba asimismo su oreja derecha vendada coincidiendo con una información de ‘The Moscow Times’ en la que se explica cómo a uno de los sospechosos le cortan una de sus orejas durante un interrogatorio en video, si bien no ha podido ser verificado por ningún medio de comunicación hasta el momento.
Los encarcelados se enfrentan a la pena máxima en Rusia que es de cadena perpetua, ya que Moscú no se plantea, «por el momento», el levantamiento de la moratoria de la pena de muerte para los terroristas sospechosos del atentado en Moscú. «Ahora mucha gente se hace preguntas sobre la pena de muerte. Este tema, por supuesto, será estudiado profunda, profesional y significativamente», declaró el sábado a la agencia TASS Vladimir Vasiliev, líder parlamentario de la facción Rusia Unida en la cámara baja del parlamento. Por su parte, Dmitry Medvedev, un aliado de Putin, ha hablado sobre los sospechosos detenidos en su canal de Telegram: «¿Hay que matarlos?» ha preguntado. «Tienen que serlo. Y lo serán».
El Kremlin, sin embargo, ha dicho que no participará en conversaciones sobre el levantamiento de la moratoria sobre la pena de muerte. «Por el momento no participamos en esta discusión», expresó a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, en su rueda de prensa diaria.
La pena capital es legal en Rusia, pero no se han llevado a cabo ejecuciones desde 1996, cuando el presidente Boris Yeltsin emitió un decreto que establecía una moratoria de facto, que fue confirmada explícitamente por el Tribunal Constitucional en 1999.
Fuente: ABC