De lo que se come depende el correcto funcionamiento de los músculos, de los huesos y, en definitiva, del organismo. Pero hay quienes no hacen una ingesta adecuada de alimentos en la mañana, sin tener en cuenta que una dieta deficiente puede tener un impacto negativo en el desempeño físico, cognitivo y anímico. De ahí que muchos se cuestionen qué se debe consumir, cuánta cantidad o en qué momento, unas preguntas cuya respuesta deben buscar en los nutricionistas. Pero lo cierto es que es clave incluir los siete productos que se mencionan a continuación para empezar el día con energía.
Con frecuencia, los expertos hacen hincapié en la importancia de tomar una primera comida rica en vitaminas y carbohidratos. Mientras que el famoso ‘desayuno americano’ apuesta por el bacón y los huevos, otros defienden la necesidad de añadir cereales o una buena taza de café. Sea como fuere, y teniendo en consideración las intolerancias de cada uno, productos como la mantequilla, la mermelada, las tostadas o las galletas quedan fuera de la lista de los alimentos saludables que se deben ingerir para arrancar la jornada con fuerza y vitalidad.
Frutos secos
Una de las mayores fuentes de energía son los frutos secos que, además, se pueden tomar casi a cualquier hora del día: son ideales para consumirlos en el desayuno, pero también a media mañana.
Por ejemplo, las avellanas tienen ácido fólico y vitamina E, las almendras contienen carbohidratos, proteínas vegetales y grasas sanas, y los cacahuetes tienen omega 6 y fibras.
Huevos
Los huevos aportan un nutriente que es perfecto para tomar al comienzo del día: colina, muy bueno para las neuronas. Ingerirlos en el desayuno ayuda a estar activo mentalmente durante toda la jornada.
A su vez, son una gran fuente de proteínas, reducen el riesgo de padecer enfermedades del corazón y son buenos para la vista. Otra de sus ventajas es que dan mucho ‘juego’, puesto que pueden tomarse de diversas formas.
Plátano
Si hay un rey del potasio por excelencia, ese es el plátano, que ayuda a tener una gran vitalidad durante unas cuantas horas después de ingerirlo, y fortalece los músculos. A ello se une que su digestión es muy buena, lo que permite trabajar o realizar ejercicio inmediatamente después de comerlo.
Por si esto fuera poco, es una fruta muy fácil de llevar y tomar en cualquier sitio, que se puede añadir al desayuno o como postre tras cualquier comida.
Higos
Los higos son otra de las mejores frutas para conseguir energía, debido a sus altos niveles de omega 3 y 6, calcio, potasio y ácido fólico, que es muy adecuado para fortalecer los huesos.
Asimismo, estos son buenos para prevenir el estreñimiento. Y, al ser una fruta pequeña, ocurre como con el plátano, que es fácil de llevar al trabajo para comer en el desayuno o a media mañana, de la forma que más guste.
Miel
Para los más golosos, la miel es una opción muy rica para mezclar con yogures o cereales en el desayuno, puesto que da un toque dulce que muchos echan en falta al comenzar el día.
Entre sus beneficios, destaca que es una fuente de hidratos de carbono, muy buena para fortalecer los músculos y mejorar el rendimiento deportivo, así como para tener energía durante la jornada.
Cortesía Heraldo.
