
Perseverancia sin límites: Durante 7 años, Luke Wintrip le hizo las propuestas más espectaculares a Sarah, quien finalmente aceptó la petición número 43, sellando una historia única de amor y tenacidad.
Negativas reiteradas, pero nunca desanimadas
Todo empezó seis meses después de conocerse: Luke, un tatuador británico, le propuso matrimonio por primera vez, pero Sarah, que aún no estaba muy comprometida con la relación, la rechazó rápidamente. Siguieron años de creatividad romántica: alquilar un castillo en Praga, cenas a la luz de las velas, paseos a caballo en una playa jamaicana. Sarah se negó en cada ocasión… hasta el intento número 42, cuando finalmente prometió aceptar la próxima vez, pero pidió una prórroga.
La demanda decisiva en el centro del mundo
Tras otro año de paciencia, Luke eligió el Real Observatorio de Greenwich, símbolo del centro del mundo, para su 43.ª y última propuesta de matrimonio: «Este es el centro del mundo, tú eres el centro del mundo y quiero que te cases conmigo». Esta vez, Sarah aceptó, y la pareja se casó en Jamaica unos meses después. Su historia fue aclamada como una oda a la paciencia y la fe en el amor, y Sarah confesó: «¡Por fin me ganó el corazón… y se merece un récord mundial!».
Aunque la historia de Lucas y Sara puede hacerte sonreír, también nos recuerda que el amor no se mide por la cantidad de peticiones ni por la grandeza de los gestos. Cada persona debe ser libre de elegir su propio camino, su propio ritmo y sus propios sentimientos. La perseverancia puede ser una maravillosa señal de compromiso, siempre y cuando nunca infrinja el consentimiento ni la comodidad del otro. Porque en los asuntos del corazón, la mayor victoria no es recibir un «sí», sino que se dé libremente y con alegría.
Vía Msn/People