Este 10 de enero, los habitantes de Maturín se unieron en un firme deseo de tranquilidad y paz, reflejando su anhelo de un entorno sin disturbios. A lo largo del día, el centro de la ciudad mostró una atmósfera inusual, con numerosos negocios cerrados y un notable descenso en la afluencia de personas en las calles.
“Que siga reinando la paz porque no queremos ningún tipo de disturbios. Nosotros lo que queremos es trabajar con tranquilidad. Así que vuelvo y repito que reine la paz siempre”, resaltó Edimar Marcano, ciudadana.
Los maturineses anhelan un ambiente seguro para sus actividades diarias, sin disturbios ya que a mucho les tocó trabajar este 10 de enero, como un día normal.
“Yo salí porque debo trabajar; si no, me hubiese quedado en mi casa. Varias rutas del transporte público trabajaron hasta las 12:00 del mediodía, así que debemos salir temprano”, compartió William Jiménez.
Este testimonio refleja la realidad de aquellos que buscan cumplir con sus responsabilidades laborales en medio de un contexto incierto.
La jornada concluyó con la esperanza de que Maturín pueda seguir siendo un lugar donde reina la calma y el respeto entre sus ciudadanos.
Fotos/Osmel Rodríguez