Desde el más pequeño hasta el más grande vestía de morado para agradecer los favores concedidos
Los templos parroquiales de la zona centro de la Diócesis de Maturín se quedaron pequeños ante la visita de multitudes de creyentes que llegaron para acompañar a la imagen del Verbo sufriente, camino al calvario.
Los fieles se unieron a las procesiones del Viacrucis que recorrió diferentes calles adyacentes a los recintos religiosos, vestidos de túnicas moradas, con cruces y descalzos.
La fe, el amor y el agradecimiento se pusieron en manifiesto ante el paso de la sagrada imagen de El nazareno, el cual era llevaba en hombros por sus devotos que pagaban penitencia, pedía un milagro y otros agradecían las bendiciones recibidas por él.
En el caso de la iglesia Santo Domingo de Guzmán, el recorrido comenzó pasada las 3:00 de la tarde y llegó al templo poco después para la Santa Misa donde se reflexionó sobre la traición de Judas Iscariotes, uno de los 12 discípulos elegidos por Jesús.
Durante la procesión, se meditaron 15 momentos que marcaron a la humanidad, al tiempo que oraron por los adultos mayores, enfermos, niños, jóvenes, familias, por el fin de la guerra y la paz de la humanidad.
En este sentido, en la homilía, el párroco Manuel Sifontes, resaltó que el escándalo que Jesús vivió sigue estando vigente, «Jesús nos enseña que el dolor humano, unido a Dios, nos permite experimentar la plenitud ; siendo el sufrimiento un medio para alcanzar la salvación, cuando se tiene a Cristo presente».
Procesión
Los feligreses también participaron de la tradicional procesión de la Catedral Nuestra Señora del Carmen, tras la eucaristía presidida por Monseñor Enrique Pérez Lavado.
Fotos: Osmel Rodríguez/ Omar Padrón