Aquilino Rodríguez, presidente de la Comisión Permanente de los Pueblos y Comunidades Indígenas, Cambio Climático y Medio Ambiente del Consejo Legislativo Socialista de Monagas, informó sobre la permanencia de aborígenes en las calles de Maturín e instalaciones del Terminal de Pasajeros.
Explicó que «son hermanos de la etnia Warao, quienes han sido afectados por el impacto del hombre y la industrialización con el cierre del caño Mánamo (en Delta Amacuro), que ha permitido que un conjunto de elementos de espiritualidad indígena hayan sido fracturados y golpeados con políticas que beneficiaron a empresarios en la Cuarta República».
«Esta es una situación presente y la mayoría son provenientes del Delta Amacuro. Ellos dicen que son mejores atendidos aquí que en su tierra natal. Se han hecho varias atenciones en alimentación y salud y otros han sido devueltos a sus comunidades», dijo.
Rodríguez sostiene que «una vez que se atienden, llega la información hasta sus poblados y otros se vienen a refugiar a Monagas».
Agregó que luego de los estudios sociales realizados se determinó que los waraos que migran a Maturín son de la población de Mairusas, Pedernales, entre otras.
De acuerdo la información del funcionario, estos llegan a la capital monaguense con mucho esfuerzo a través del caño de San José de Buja, enfrentando los desafíos de la falta de combustible y del aumento de la Bora en el canal de agua.
Atención
El diputado indígena agregó que han realizado la atención de aproximadamente 1.500 personas. Alertó asimismo que algunos indígenas viajan con condiciones delicadas de salud y fallecen en los hospitales monaguenses.
Recordó de igual modo que en Monagas la data de población indígena es de 17.900 la cual está distribuida en 147 comunidades Warao, Kariña, Chaima y ahora los E´ñepás (provenientes de Bolívar) que se han radicado en Barrancas y otros duermen en el principal puerto terrestre de Maturín.
Foto: Osmel Rodríguez