
La menopausia es un proceso por el que pasarán todas las mujeres a lo largo de su vida y en el que aparecen síntomas muy diversos y, en ocasiones, difíciles de controlar y evitar. Según Santiago Palacios, director de las Clínicas Palacios de Salud y Medicina de la Mujer (Madrid y Málaga) y fundador de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia, “la menopausia es un proceso natural que produce más de 200 síntomas, en concreto, 278, y supone una gran preocupación para la mujer que no tiene información sobre este proceso y no consulta”.
Muchas mujeres creen que no pueden evitarlos pero la realidad es muy distinta. Con la información adecuada, se pueden evitar o, al menos, mitigar, muchos de ellos. El ejercicio físico, tener una dieta sana, el consumo de proteína y soja o de suplementos como el magnesio o la creatina son los consejos más habituales para ayudar a la mujer a sobrellevar, de la mejor forma posible, esta fase pero no son los únicos consejos que se pueden dar de cara a los síntomas.
Etapa de la vida de la mujer
En esta etapa de la vida de la mujer, la masturbación y el orgasmo pueden tener un papel fundamental a la hora de aliviar los síntomas. Así lo señalan los datos de un estudio realizado en Estados Unidos, de la mano de Womanizer y el Kinsey Institute, que señalan que el uso de un estimulador clitoriano puede ayudar a reducir los síntomas de la menopausia.
Este estudio concluye que:
- El 92,9% de las mujeres participantes experimentó una mejoría en al menos un síntoma tras 4 semanas de uso.
- Se registraron menos sofocos nocturnos, más energía, mejor humor, concentración y sueño reparador.
- El orgasmo marcó la diferencia: quienes lo alcanzaban obtenían los mayores beneficios, gracias a la liberación de oxitocina y endorfinas.
- El 91% de las mujeres nunca había recibido información médica sobre el potencial de la masturbación para mejorar su salud.
Los mayores beneficios se observaron en las mujeres que lograron alcanzar el orgasmo, probablemente debido a la liberación de oxitocina y endorfinas, compuestos que influyen positivamente en el sueño, el estado de ánimo y la percepción del dolor.
Salud y sexualidad
Como explica a CuídatePlus, Ana Lombardía, experta en salud y sexualidad, a nivel general, “los orgasmos son una descarga de placer muy intensa, un pico de disfrute que se produce en la respuesta sexual y tienen muchos beneficios” tanto para el hombre como para la mujer porque, entre otras cosas, “relajan el sistema nervioso, promueven la circulación sanguínea, segregan hormonas y sustancias químicas asociadas al bienestar y a la felicidad, contribuyen a la prevención de la atrofia genital”.
Además, añade la ginecóloga Miriam Al Adib, “favorecen la vascularización de los tejidos genitales, ayudan a mantener la elasticidad y previene molestias como la sequedad y el adelgazamiento del epitelio, en el caso de la mujer, especialmente con la edad o con los cambios hormonales”.
En concreto, apunta la sexóloga, durante la menopausia, “los orgasmos ayudan a mejorar el estado de ánimo, la gestión emocional y el bienestar general”. Además, “previenen la atrofia vaginal, promueven la lubricación y la hidratación genital, y contribuyen a mantener la tonicidad de la musculatura pélvica”.
Por otro lado, señala la ginecóloga, la actividad sexual y la masturbación frecuente pueden “disminuir la fatiga, mejorar la calidad del sueño y reducir la ansiedad”, por lo que ayuda al descanso, algo que empeora mucho en las mujeres durante la menopausia y que perjudica mucho su salud en el día a día. Pero no sólo eso, según la experta, “también pueden mejorar la concentración, disminuir la irritabilidad e, incluso, aliviar sofocos en algunas mujeres”. Esto es así porque, “en la descarga neurofisiológica del orgasmo se desprenden una gran cantidad de hormonas y neurotransmisores que generan un ambiente sistémico que atenúa la inflamación sistémica de bajo grado, la cual está muy relacionada con los sofocos”.

¿Menos deseo?
A pesar de los múltiples beneficios del sexo, la realidad es que durante la menopausia es habitual que la mujer se queje de la falta el deseo sexual, tanto a solas como en pareja. En opinión de la sexóloga, “aunque la caída de estrógenos y andrógenos puede reducir sensibilidad y respuesta sexual, esto no tiene por qué determinar por completo el deseo sexual”. Por ejemplo, indica, cuando hay sequedad o molestias, informa, “pueden valorarse tratamientos locales (estrógenos o precursores hormonales tópicos) y, si hay otros síntomas como alteraciones del sueño o del estado de ánimo, sofocos… se pueden plantear otros tratamientos adecuados siempre individualizando según cada caso”. Acompañar estos cambios con “autocuidado, descanso, movimiento y conexión con el cuerpo” ayuda a “mantener una sexualidad placentera”.
Sin embargo, esto no siempre ocurre. Por su experiencia en consulta, “el deseo no disminuye en todas las mujeres”. Es más, según ella, “muchas mantienen libido alta o relativamente alta”. El descenso hormonal “puede afectar el deseo, pero también influyen factores no hormonales como conocer el propio cuerpo, la conexión con la pareja, etc.”, factores que ayudan mucho para tener relaciones sexuales placenteras.
Para la ginecóloga, en esta etapa de la mujer es fundamental “estar abiertas a explorar otras rutas del placer, ya sea en pareja, en solitario, con juguetes eróticos, etc. Comprender los cambios, respetar los propios tiempos y acompañarlos con autocuidado permite mantener una sexualidad satisfactoria”. Por supuesto, añade, “si hay malestar genital, hay que pedir ayuda profesional, tener dolor en las relaciones no es normal y se puede tratar, así que no hay que conformarse nunca con el malestar genital”, concluye.
Vía Cuídate Plus