Messi, de 35 años, lució radiante al hablar por los parlantes del majestuoso recinto deportivo
Minutos después de ganar su primera Copa del Mundo, un Lionel Messi en éxtasis tomó el micrófono del estadio de Lusail: «¡La concha de tu madre, somos campeones del mundo!».
El «10» saludó con esa típica frase argentina, no exenta de connotaciones negativas, a los miles de hinchas de la Albiceleste que ondeaban camisetas y celebraban el título del equipo de Lionel Scaloni.
Messi, de 35 años, lució radiante al hablar por los parlantes del majestuoso recinto deportivo y a la vez inquieto en la grama del estadio de la capital catarí, abrazándose con su compañeros y familiares.
Scaloni, el volante Ángel Di María y el portero Emiliano Martínez, que detuvo el penal de Kingsley Coman en la definición desde el punto blanco, no podían contener las lágrimas.
Argentina recorrió una montaña rusa en Doha: se fue adelante 2-0 en el primer tiempo con tantos de Messi y Di María.
Francia empató a falta de diez minutos con un doblete de Kylian Mbappé.
En la prórroga, Messi aventajó otra vez, pero el «10» francés le dio otra vida a los campeones defensores al enviar el juego a la definición desde los once pasos.
Allí los cuatro cobradores argentinos, incluida «La Pulga», anotaron para darle el tercer título mundial a la Albiceleste, tras los alzados en 1978 y 1986.
Con información de El Universal