Organizaciones que prestan ayuda a los migrantes han recibido cifras históricas de solicitudes
Casi una semana después del anuncio y ejecución del nuevo plan migratorio de Estados Unidos, que si bien, tiene beneficios para miles de venezolanos beneficiados, también amenazó con la deportación definitiva para todos los migrantes que crucen la frontera ilegalmente.
A pesar de esto, aunque a algunos migrantes se les ha dado la opción de ser deportados hasta Guatemala, este martes 18 de octubre se ha informado que posiblemente, estos migrantes puedan ser nuevamente trasladados, desde el territorio guatemalteco hasta Venezuela.
Ante esta situación, cientos de migrantes venezolanos que ya han llegado hasta México, a un paso de pisar Estados Unidos, han comenzado a buscar refugios en el país azteca hasta lograr encontrar la forma de continuar el camino, sin que sean devueltos a Venezuela, y perder todo el dinero, tiempo y esfuerzo puesto en el viaje.
Luis, cabeza de una familia venezolana que llegó a Ciudad de México, levanta los hombros resignado: “Con ese cambio que ellos (Estados Unidos) hicieron ya qué, parece que nos vamos a quedar acá”.
Su plan inicial era llevar a los suyos, tres adultos y cuatro niños, hasta la frontera norte e intentar cruzar para pedir asilo. Pero en el camino, este padre de familia de 48 años y que pidió omitir su apellido, se enteró de que el pasado miércoles Washington modificó su política migratoria y ahora los venezolanos deberán llegar por vía área previo trámite de un permiso.
A la familia no le quedó más que pernoctar, bajo una intensa lluvia y frío, al exterior de la gubernamental Comisión de Ayuda a Refugiados (Comar) en un intento por regularizar su situación para permanecer en México, “que nos ayuden a nosotros que andamos en familia, darnos un permiso por lo menos para poder trabajar, inscribir a los niños en la escuela. Todo lo que necesita una persona: salud, trabajo, educación”, dijo en entrevista para la agencia AFP.
Decenas de venezolanos, algunos de ellos devueltos desde Estados Unidos, también hacían fila este martes al exterior de la Comar, cubiertos con ropa gruesa y cobijas por la fría mañana.
Vía Semana/AFP