La Virgen del Valle es una advocación marina profundamente venerada en Venezuela, especialmente en la región oriental del país. Su imagen fue descubierta por primera vez en la isla de Margarita, cerca de las costas del Caribe, y su devoción se ha expandido a muchas otros estados de Venezuela.
Una de estas regiones es Maturín, donde habitantes de varios sectores como 23 de enero, Los Guaritos 3, La Manga, y en la parroquia Las Cocuizas (calle 8), así como La Cruz y las Cayenas, celebran esta fecha con fervor y afirman que la Virgen les ha concedido numerosos milagros.
Un ejemplo conmovedor es el caso de José Gregorio Ortiz, actual propietario de la funeraria Virgen de Lourdes, quien fue testigo de un milagro otorgado por la Virgen. Para él, lo más importante es mantener la fe y hoy agradece por la vida y las bendiciones recibidas.
“Hablar de Vallita es hablar de milagros. Tengo tanto que agradecerle a mi Virgen, especialmente por el milagro que me concedió hace 13 años. Mi única hija no podía gestar y pasamos alrededor de cinco años viajando a Caracas en busca de especialistas que pudieran ayudarla. Sin embargo, todos esos intentos fueron infructuosos, lo que causó lágrimas y llevó a mi hija a una profunda depresión. En unas vacaciones a Margarita, le pedimos a la Virgen el milagro de que mi hija pudiera convertirse en madre. Un mes después, me dio la increíble noticia de que iba a ser abuelo”, destacó Ortiz.
Además, Ortiz mencionó que tras este milagro, la Virgen le concedió otro: superar el Covid-19. En agradecimiento, hizo una promesa: dejarse crecer la barba y cortarla el 8 de septiembre, como símbolo de gratitud hacia la patrona del oriente venezolano.
Milagros avivan la fe y esperanza
Por otro lado, Johana Nicolsen, residente del Sector Los Guaritos III, comparte su experiencia sobre cómo la Virgen del Valle le concedió el sueño de ser madre después de haber perdido más de tres bebés en 2018. Los doctores no lograban explicarle por qué no podía concebir, así que decidió aferrarse a Vallita con la esperanza de un milagro.
“Empecé a pedirle con fe y realicé su novenario; además, durante sus festividades participaba en los recorridos por mi sector. Mientras la acompañaba con toda mi devoción, le pedí el don de ser madre. Para mi sorpresa, el mes siguiente en octubre de 2018 ya estaba embarazada. Para mí, la Virgen significa otra madre; le agradezco por el mayor milagro que me ha dado: mi hija, quien hoy ya tiene seis años”, enfatizó.
Devotos llaman a la virgen “La Milagrosa”
La Virgen patrona de Oriente es conocida por sus numerosos milagros, que incluyen fertilidad, sanidad y libertad. Los fieles mantienen su fe intacta y, en la actualidad, muchos más que pedir milagros se dedican a agradecerle por la vida.
Liliana Sánchez, residente del sector Los Guaritos, relata cómo recibió un milagro de sanidad. Cada 8 de septiembre, celebra este día con fe y organiza un rosario con sus vecinos para agradecer el milagro que le permitió superar un cáncer de cuello uterino.
“Me aferre mucho a la Virgen porque no acepté ese destino en mi vida. Le pedí por mi salud para que me curara de esa terrible enfermedad, y gracias a Dios así fue. Hoy estoy sana y me descartaron el cáncer uterino que me habían detectado”, comparte con emoción.
Aunque no se conoce la fecha exacta en que llegó la devoción por la Virgen María en su advocación de Del Valle a Monagas, el amor hacia ella ha perdurado en esta región oriental durante muchos años. El primer obispo de Maturín, Monseñor Rámirez Salaverría, desempeñó un papel vital en su evangelización y pastoreo.
Cenilda Romero, devota de la Virgen Bonita y habitante del sector Las Cayenas, menciona que desde los 12 años ha cultivado su fe hacia la Virgen del Valle gracias a su madre, quien veneraba a la patrona de los marineros. Cenilda también asegura haber recibido milagros celestiales a través de la Virgen.
“Cuando nació mi segunda hija, le diagnosticaron hipotiroidismo congénito y era sometida a varios estudios médicos. Decidí encomendar su salud a la Virgencita, y hoy mi hija tiene más de 20 años y es una niña sana. Para agradecerle a la Virgen, fui con mi familia al templo en Margarita; caminamos de rodillas desde la entrada de la Basílica ‘Nuestra Señora del Valle del Espíritu Santo’ hasta su altar. Además, compré una imagen de la Virgen para celebrar su fiesta cada año en casa”, destacó con gratitud.
Devotos celebran con fervor cada 8 de septiembre
Estas experiencias alimentan la fe de los devotos, quienes celebran con gran fervor las fiestas en honor a ella durante este mes de septiembre.
El pueblo monaguense asegura caminar bajo el manto de la purísima, que ha contribuido a expandir el Reino de los cielos en la vida se cada ser humano, librando del peligro y las dificultades a quienes claman por su intercesión. Por ello, instituciones, sectores, negocios e iglesias confían en su protección.
Fotos/Osmel Rodríguez