Milán se ha volcado en una despedida multitudinaria para el legendario diseñador de moda, Giorgio Armani, quien falleció a los 91 años. Cientos de personas hicieron fila desde tempranas horas para pasar frente al ataúd en la sede del grupo Armani, un gesto de respeto y admiración por el «rey» de la moda italiana.
La capilla ardiente, ubicada en el Teatro Armani, permanecerá abierta para el público durante todo el fin de semana. El edificio, diseñado por el arquitecto japonés Tadao Ando, es un símbolo de la creatividad de Armani, un espacio que alberga oficinas, pasarelas y salas de exposiciones.
Un tributo lleno de emoción
Los asistentes rindieron homenaje con grandes coronas de rosas blancas y mensajes de condolencia. «Era un hombre increíble, dejó una gran huella. Era un ejemplo, severo, a veces duro, pero muy humano», comentó emocionada Silvia Albonetti, vendedora de Emporio Armani.
Entre las personalidades que asistieron, se destacó la presencia del arquitecto Stefano Boeri, quien optó por hacer la fila con el público en general. «Es la manera más correcta de estar allí», afirmó. También se presentaron figuras como el presidente de Stellantis y Ferrari, John Elkann, y el alcalde de Milán, Beppe Sala.
La «historia de amor» de Armani con Milán
El alcalde Sala destacó la profunda conexión del diseñador con la ciudad. «Milán está lleno de Armani; será imposible olvidarlo. Fue un gran milanés que hizo tanto por esta ciudad», declaró, subrayando la convicción de Armani en el trabajo como medio de realización personal.
Armani, nacido en 1934 en Piacenza, siempre consideró a Milán como el centro de su mundo. Fue en esta ciudad donde, en 1975, fundó la casa de moda que lo catapultaría a la fama mundial. «Milán perdió una parte de su historia», afirmó una habitante de 71 años, resumiendo el sentir de la ciudad que ha decretado un día de luto para el día del funeral.
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El futuro de un imperio de moda
Tras su fallecimiento, se espera la lectura del testamento de Armani, que no tuvo hijos. Medios italianos informan que el testamento definirá el futuro de su imperio de 2.300 millones de euros. La Fundación Giorgio Armani, creada en 2016, será la encargada de gestionar la empresa para asegurar su estabilidad a largo plazo.
El patrimonio, valorado en 13.000 millones de euros, se distribuirá entre sus herederos más cercanos, incluyendo a su hermana Rosanna, sus sobrinas Silvana y Roberta, su sobrino Andrea Camerana y su mano derecha, Pantaleo Dell’Orco.
Con información de Globovisión
