Aunque no es exacta la fecha en la que llegó a Monagas la devoción por la Virgen María, en su advocación de Del Valle, el amor hacia ella peregrina en la entidad oriental desde hace muchos años, siendo de vital importancia el papel que desempeñó el primer obispo de Maturín, Monseñor Rámirez Salaverría, durante su evangelización y pastoreo.
A la «Virgen Bonita», que se ha convertido en el ADN de la espiritualidad cristiana, se le atribuyen innumerables favores, pues, gracias a su intercesión maternal, los creyentes han recibido milagros de Dios; y son muchos los relatos de la cercanía con la Madre del Cielo que ha aumentado la creencia en su obra misionera y confianza ante algún problema, en especial ayuda celestial en dificultades de salud.
Tan grande ha sido la mediación ante el Hijo y el Padre, que los creyentes alcanzan la gracia que suplican con oraciones sencillas a María, como cuando en las Bodas de Caná Cristo realizó su primer milagro por petición de la Virgen.
Esta experiencia alimenta la fe de los devotos, los cuales celebran por todo lo alto las fiestas en su honor este mes de septiembre.
El pueblo mariano asegura caminar bajo el manto de la Purísima que ha ayudado la expansión del Reino de los cielos en nuestra actualidad, librando del peligro de muerte y dificultades a quienes a ella aclaman; por ello instituciones, sectores, negocios e iglesias están encomendados a su protección.
Al iniciar este mes, en especial el día 8, fecha en que la Iglesia celebra la Natividad de María, son diversas las expresiones de cristiandad que se respiran y sienten en Monagas, desde el norte en Caripe y San Antonio, hasta Barrancas del Orinoco, y desde Punta de Mata, a Maturín y Caripito.
Para este 2023, el júbilo por María aumenta al celebrarse 112 años de su coronación canónica y 101 años de ser la patrona de todo Oriente del país, sobre todo de la Isla de Margarita, en el estado Nueva Esparta.
Peregrinaciones de amor
Todos los años la señora de rostro sereno y de manos en oración, sale al encuentro con su pueblo, convirtiéndose en una tradición que ha transcurrido de generación en generación.
Como cita una de las canciones más icónicas a la virgen marinera «te pagan promesas de hombre, promesas de niño y también la mujer», son estas las súplicas y agradecimientos que adornan su altar.
Es incalculable la multitud que acude a su amparo, y Monagas se convierte en rutas de oraciones y plegarias en torno a la mujer que conduce a la gente hacia Jesús, al ser ella la primera que dijo «hágase en mí según tu Palabra».
Con la llegada de la réplica de la patrona de los pescadores de Margarita a Maturín, en el 2022, la sagrada imagen salió en caravana desde la Catedral hasta el poblado de Miraflores (municipio Punceres), donde un mar de pueblo la esperaba para caminar en procesión desde el monumento de La Virgen y El Indio hasta la iglesia de Quiriquire.
Esta sería la edición número 16. Fueron 6.1 kilómetros de camino que como cada año, congrega a propios y visitantes para agradecer o elevar una petición.
La Virgen Bonita también reunió a la feligresía del oeste de Monagas en Punta de Mata; en este poblado donde la devoción llegó por unos margariteños hace más de 50 años, el cielo se vistió de fiesta para la caminata que partió de Mangotín hasta el templo al frente de la plaza Bolívar.
En el trayecto de más de 6 kilómetros, los fieles llevaron en hombro a su patrona. A medida que avanzaban las horas, el resplandor de los quemadores de gas y de las linternas de los de los celulares de los feligreses iluminaron la etapa final de la peregrinación que culminó con una Eucaristía donde se revivió el momento de la coronación de la imagen de Punta de Mata, la cual fue traída de la isla de Margarita y elaborada por artesanos de esa región del país.
¿Por qué no debemos decirle «Vallita»?
El sacerdote José Gregorio Álvarez, párroco de la iglesia Santísima Trinidad y Virgen del Valle (Punta de Mata), explicó el motivo por el cual la Madre de Dios no debe ser llamada «vallita», pues, asegura que es una forma errónea de dirigirse a Nuestra Señora.
Por tanto, «vallita», asegura el clérigo «no es propio de ella. La imagen que reposa en Margarita, en El Valle del Espíritu Santo, es una imagen de la Purísima (Inmaculada) que toma el nombre por el lugar».
De esta manera aclara que este diminutivo «no se refiere a la Virgen», y que muchas veces creamos que nos dirigimos a ella con cariño al colocarse ese nombre como si se tratara de «juanita, teresita, calmita, elenita, etc».
«Lo que no saben es que el diminuto lo lleva es a El Valle donde está el santuario y no a la Madre de Dios. Le están dándole un título que no tiene».
Subrayó Álvarez que el nombre correcto que «la Purísima Virgen del Valle del Espíritu Santo», por ende no aplica a la Reina de los mares venezolanos.
«Con esto mi fe no se baja, todo lo contrario, Dios exalta a los humildes», acotó el representante de la Iglesia Católica en Monagas.
Fotos: Osmel Rodríguez / Cortesía
