Un equipo de investigadores chinos y el médico español Miguel Ángel Esteban ha anunciado este jueves 09 de noviembre el nacimiento, en un laboratorio de Shanghái, de un mono con células procedentes de dos embriones de mono distintos.
Los investigadores afirman que está criatura puede tener prometedoras aplicaciones en medicina, como la generación de animales con enfermedades neurológicas que imitan con precisión a las humanas, por ejemplo, el párkinson y el alzhéimer.
Un embrión comienza con un óvulo fecundado por un espermatozoide. Esa única célula resultante se dividirá y en los días siguientes dará lugar a unas pocas células totipotentes: con la capacidad para generar un animal completo, incluida la placenta.
El macaco con células procedentes de dos embriones distintos nació en el Laboratorio de Neurobiología de Primates de la Academia China de Ciencias, en Shanghái. El grupo del médico Miguel Ángel Esteban ha colaborado con los equipos de sus colegas Qiang Sun y Zhen Liu. El propio Esteban ya anunció hace dos meses la generación de un esbozo de riñón humanizado en un embrión de cerdo, en un experimento en la frontera de la bioética. Fue el primer órgano humano creado dentro de un animal y ha acercado el sueño de fabricar recambios para las personas.
Esteban explica por teléfono que su nueva técnica para obtener monos quiméricos, basada en un cóctel químico específico, podría suponer “un avance espectacular” en la modificación genética de primates, al permitir introducir múltiples mutaciones y marcadores para saber qué células están alteradas. Además de imitar enfermedades humanas en los animales de laboratorio, el médico subraya una demostración conceptual.
«Las células humanas, si adquieren este mismo nivel de pluripotencia, se podrían diferenciar in vitro en tejidos que, en principio, se parecerían mucho a los tejidos del embrión. Eso se puede utilizar para trasplantes celulares o para estudiar enfermedades en una placa de laboratorio».
El mono nacido en Shanghái poseía células procedentes de dos embriones distintos, pero de la misma especie. Esteban apunta que la técnica podría llevarse a cabo con dos especies diferentes: una en inminente peligro de extinción y otra en buen estado de conservación, de tal manera que la quimera resultante tuviese óvulos o espermatozoides de la especie amenazada.
«Se podrían crear bancos de células embrionarias de diversas especies de monos y en el futuro, cuando desafortunadamente vayan desapareciendo muchas de ellas, utilizar este tipo de tecnologías para la conservación de primates no humanos», opina.
Con información de Notitarde.