El ‘speed-watching’ —la tendencia de consumir vídeos, audios o podcasts a velocidades aceleradas (1.5x o 2x)— se ha convertido en una costumbre extendida, especialmente entre los más jóvenes.
La motivación es simple: ganar tiempo y consumir más contenido en un entorno de sobrecarga informativa. Pero, ¿cuál es el costo cognitivo de esta aceleración digital?
La Dra. Lucía Vidorreta Ballesteros, neuróloga y Coordinadora de la Unidad de Migrañas del Hospital Quirónsalud San José de Madrid, relaciona este fenómeno con el Fear of Missing Out (FOMO), o el miedo a perderse información.
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El Impacto cognitivo:
Ver o escuchar contenido a una velocidad superior a la original tiene un impacto directo en el procesamiento cognitivo del cerebro, explica la Dra. Vidorreta:
- Comprensión superficial: El cerebro dispone de mucho menos tiempo para decodificar, analizar y relacionar la información, lo que resulta en una comprensión mucho más superficial del contenido.
- Mayor fatiga: Paradójicamente, el speed-watching requiere una atención mayor y más sostenida. Este esfuerzo incrementado provoca una mayor fatiga cognitiva y saturación mental.
- Aprendizaje comprometido: Un reciente metaanálisis publicado en Frontiers of Psychology confirma que la aceleración excesiva incrementa la carga cognitiva y disminuye los resultados en pruebas de memoria inmediata y de transferencia.
Aunque el usuario pueda mantener una sensación subjetiva de aprendizaje rápido, la codificación profunda de la información se ve severamente comprometida.
‘Speed-Watching’ genera ansieda
El alcance de esta moda va más allá del ámbito académico. La neuróloga apunta que el speed-watching se está transformando en una necesidad constante de nuevos estímulos visuales y auditivos.
Esta urgencia, combinada con la tendencia al multitasking (cambiar constantemente de tarea), genera un coctel de emociones negativas:
- Ansiedad e Impaciencia: La incapacidad de soportar las esperas y la necesidad de estímulos rápidos y directos (como el scroll infinito en redes).
- Efecto Opuesto: Esta búsqueda de aprovechar el tiempo tiene, en realidad, el efecto contrario al saturar la memoria a largo plazo, que requiere un proceso más pausado para interiorizar el conocimiento.
Recomendaciones de la neuróloga
Para evitar el estrés y la incapacidad de disfrutar de una única tarea, la Dra. Vidorreta recomienda abandonar el speed-watching.
La especialista subraya que la memoria a largo plazo y el aprendizaje profundo requieren de un proceso más pausado. Por ello, si bien puede ser necesario en ocasiones escanear un texto o pasar un contenido rápido, esta no debe convertirse en la forma habitual de interactuar con la información.
Con información de Cuídate plus