En Monagas, cuando no existe un registro de pacientes pediátricos con epilepsia, especialistas estiman que cerca del 80 % de esta población no cumple con los tratamientos adecuados, en algunos casos se debe a que sus padres no cuentan con los recursos para la adquisición de los mismos.
Otro de los factores adversos para los pacientes con el trastorno convulsivo es la distancia, pues, quienes residen en zonas retiradas de la ciudad de Maturín, no tienen la facilidad de movilizarse a alguna consulta privada ante la poca capacidad de atención en el sector público.
Así lo refirió la doctora Carolina Reyes, especialista neuropediátrica, al destacar que el acceso a los fármacos como el Ácido Valpróico, Lamotrigina y Levitarezaitan, es limitado; por los costos y por ende se requiere de una alianza con el Seguro Social para su censo y posterior administración de los componentes químicos a estos pacientes.
Sintomatología en los pacientes
En tal sentido, la doctora destacó que la sintomatología dependerá de la edad de los infantes y su origen se debe a factores como genética, lesiones e infecciones cerebrales.
«Las convulsiones en niños menores de 2 años son crisis muy aparatosas y suelen desmayarse, después de esta edad aparecen en sueños con sonidos guturales y duran 5 minutos. Otros son de ausencia y no responde, mientras que algunos cuadros clínicos son de reflejo y cuando se exponen a la luz se desvanecen.
Reyes agregó en cuando a la importancia del cumplimiento de los tratamientos, «con dos años continuos la epilepsia llega a desaparecer».