El presidente de Ecuador ha echado a su vicepresidenta, lo que venía buscando desde hace más de un año. Daniel Noboa no quería, bajo ningún concepto, que Verónica Abad asumiera la Presidencia cuando él dimita para hacer campaña para las próximas elecciones presidenciales, que se celebran en febrero de 2025. El presidente, al poco de comenzar su mandato, la defenestró enviándola a Tel Aviv para “mediar” en el conflicto entre Israel y Palestina, una forma nada sutil de quitársela de en medio.
Abad, en declaraciones a este periódico, ha asegurado que se ha sentido hostigada, perseguida y que ha llegado temer por su vida. Sin embargo, no tenía pensado dimitir. Noboa y su gente echaron mano de toda clase de argucias jurídicas para forzarla a abandonar el cargo, pero Abad planteó una resistencia que ha durado hasta ahora. El Ministerio de Trabajo la ha sancionado con 150 días de suspensión por “abandono injustificado de su empleo por tres o más días laborales”. Sahira Moya, quien ejercía el cargo de Secretaria de Planificación, será la nueva encargada de la vicepresidencia
Se le ha abierto a Abad un sumario administrativo al considerar que no llegó desde Israel a Turquía en la fecha establecida por el Ejecutivo, en momentos en que se producía una escalada bélica en Oriente Medio, un sinsentido si se tiene en cuanta la nula capacidad de mediación que tiene Ecuador en un asunto como este. El caso es especialmente polémico porque Abad, cuyo cargo es de elección popular, cae por una sanción administrativa muy cuestionable. Gustavo Petro fue destituido como alcalde de Bogotá en una decisión semejante y María Corina Machado, la líder de la oposición, no pudo presentarse a las elecciones en Venezuela para enfrentarse al chavismo por otra resolución administrativa.
Vía El País.