La depresión en mujeres duplica en prevalencia y gravedad a la de los hombres, especialmente en la edad fértil, con un pico alrededor de los 40 años (50% de los casos).
Expertos coinciden en que la fluctuación de estrógenos es un condicionante principal para la aparición de síntomas depresivos en etapas clave como la pubertad, el posparto y, particularmente, la perimenopausia.
La psiquiatra Marina Díaz Marsá explica que la mujer es más vulnerable a la depresión debido a un modelo biopsicosocial.
Vulnerabilidad biopsicosocial y estrés cerebral
«Rotundamente no, [las mujeres no somos más débiles], aunque sí somos más vulnerables a la depresión por un compendio de factores que solo pueden comprenderse mediante un modelo biopsicosocial”, afirma la Dra. Marina Díaz Marsá, psiquiatra del Hospital Clínico San Carlos y presidenta de la Asociación Madrileña de Psiquiatría.
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La doctora destaca que el cerebro femenino es más vulnerable al estrés, especialmente al estrés mantenido y la acumulación de factores estresantes.
A esto se suma el factor hormonal: los estrógenos influyen en neurotransmisores como la serotonina, ligada al estado de ánimo y el sueño, haciendo que el cerebro femenino funcione «al compás del estrógeno».
Esta actividad hormonal explica por qué la incidencia de síntomas depresivos en mujeres supera a la de los hombres desde la pubertad, solo igualándose en la etapa posmenopáusica.
Depresiones del ciclo reproductivo
El ciclo vital femenino establece una «ventana de la vulnerabilidad» que coincide con la edad fértil y sus cambios hormonales. La Dra. Díaz Marsá distingue cuatro condiciones depresivas con exclusividad femenina:
- Síndrome Disfórico Premenstrual (SDP): Un trastorno que afecta gravemente el ánimo y genera irritabilidad y tensión, distinto al síndrome premenstrual común, y que requiere tratamiento.
- Depresión Gestacional: Afecta entre el 10% y el 15% de las embarazadas. Su infradiagnóstico es peligroso, pues una madre deprimida puede afectar el desarrollo fetal.
- Depresión Puerperal (Posparto): Aparece en el 10% de las mujeres tras el parto, con síntomas graves y alto riesgo de suicidio. No debe confundirse con la tristeza posparto (baby blues).
- Depresión Perimenopáusica: Es el periodo de mayor riesgo de depresión, que dura entre 2 y 5 años (alrededor de los 40 a 55 años). Coincide con bruscas fluctuaciones estrogénicas y la acumulación de factores estresantes vitales.
Factores de estrés acumulados
Según Díaz Marsá, la perimenopausia es la época en que la mujer ejerce de «superwoman» y acumula el mayor estrés vital: alta demanda laboral, emancipación de los hijos, fracasos de pareja, preocupación por la imagen corporal y, frecuentemente, el doble rol de cuidadora de hijos y padres ancianos.
Además, los síntomas de la depresión en esta fase suelen ser atípicos, incluyendo síntomas físicos asociados a sofocos e insomnio, ansiedad, rumiación excesiva y alteraciones de la ingesta.
Tratamiento con perspectiva de género
La psiquiatra concluye que el tratamiento óptimo para la depresión crónica y con tendencia a recaídas en mujeres debe combinar fármacos antidepresivos y psicoterapia.
Díaz Marsá subraya la necesidad de que el diagnóstico y el tratamiento de la depresión se realicen con perspectiva de género, ya que la fluctuación hormonal puede alterar la respuesta individual a los fármacos.
Adicionalmente, recomienda pautas de estilo de vida saludable, como mejorar el sueño, la alimentación y el contacto social, como apoyo
Con información de Cuídate plus