Diversas son las fallas que presenta actualmente la Unidad de Diálisis del Nefrológico de Maturín ubicado en la avenida Libertador. El servicio que presta atención en los tres turnos (mañana, tarde y noche), acuden unos 61 pacientes que se ven afectados por esta situación.
Una de las principales fallas que tiene es la falta de aire acondicionado en el área de espera mientras los enfermos renales esperan su turno. Muchos de ellos quedan de pie debido a la falta de silla, pues de manera progresiva, varias se han ido dañando.
Pacientes que por temor a represalias prefirieron no identificarse, manifestaron dicha unidad tiene 20 máquinas en total, pero nueve están fuera de servicio. Aseguran que esto genera un colapso al momento de entrar los pacientes para realizar sus diálisis.
Otro de los problemas es el mal estado de las butacas y es que al menos 18 están dañadas. El déficit de medicamentos como dipirona, diclofenac sódico en ampollas y vancomicina que son de vital importancia para combatir las infecciones de catéter y fístula de los pacientes, es otra de las adversidades que atraviesan.
Por si fuera poco, cuando ocurren fallas eléctricas, el proceso de diálisis de los pacientes se ve interrumpido y deben esperar hasta que se restablezca la electricidad. Es por ello que necesitan se instale una planta de energía de 280 KVA.
“La unidad tiene muchas carencias, no tiene lámparas de emergencia, los brazaletes para tensiómetros están dañados y se necesitan al menos seis. Como no hay papeleras para la basura, todos los residuos de la diálisis los echan en cajas o bolsas”, expresó uno de los pacientes afectados.
Resaltan que tanto los kit nefrológicos como los complementos de medicamentos para calambres, hierro, vitaminas y suplemento renal siempre los entrega la unidad. A pesar de esta situación, agradecen la labor de médicos y enfermeras por la dedicación a los pacientes.