La Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido para muchos en una fuente de comprensión y consuelo, trascendiendo la búsqueda de respuestas rápidas. Personas de diversas edades, como Nora (14 años), recurren a los chatbots en momentos de conflicto emocional o soledad, buscando a alguien que siempre «escuche».
Este fenómeno plantea una pregunta crucial para el bienestar emocional: ¿puede una máquina ofrecer un apoyo real y cuándo cruza la línea hacia la dependencia?
¿Puede una IA ‘Escucharnos’ de verdad?
La principal sensación que atrae a los usuarios es la de ser escuchados y comprendidos. Sin embargo, los expertos recuerdan que un chatbot es fundamentalmente una máquina que procesa datos.
Leer también: ChatGPT incorpora controles para ajustar la forma en que interactúa con el usuario
- Funcionamiento: Opera como un sistema de predicción estadística que genera respuestas palabra por palabra, no escucha en el sentido humano de la palabra ni posee entendimiento empático.
Un chatbot es un programa con una secuencia de trabajo clara: recibe, interpreta, decide, consulta y responde, usando reglas o modelos avanzados de IA (ChatGPT, Gemini, Replika, Wysa).
¿Por qué atraen tanto los Chatbots de apoyo emocional?
Según estudios recientes, la tendencia de usar chatbots de apoyo emocional es fuerte: el 50% de los adultos en EE. UU. y el 24% en España reconocen su uso (con mayor incidencia en adolescentes y mujeres jóvenes).
Los chatbots ofrecen un refugio por varias razones psicológicas:
- Escucha Inmediata y Sin Juicios: Están siempre disponibles y responden con calma, lo que resulta invaluable en momentos de confusión o tristeza.
- Anonimato Percibido: Permiten a los usuarios desahogarse y compartir «cosas que no dirían a nadie», sin sentirse «cuestionados».
- Sensación de Control y Alivio: Su tono amable y lenguaje empático pueden generar alivio, aunque también refuerzan una posible dependencia emocional.
¿Pueden sustituir a un amigo o un psicólogo?
La conclusión de los especialistas es enfática: un chatbot puede servir como «apoyo puntual» o espacio de desahogo, pero nunca debe reemplazar una relación humana o un juicio clínico profesional.
Existen al menos 10 riesgos y limitaciones cruciales:
- Ética y Legalidad: Carecen de responsabilidad ética y legal.
- Contexto Humano: Desconocen la historia, el contexto y los matices emocionales del usuario.
- Riesgo de Burbuja: Buscan complacer y pueden dar siempre la razón, impidiendo el desafío necesario para el crecimiento personal.
- Emergencias: No pueden actuar ni reaccionar ante una crisis o emergencia.
- Privacidad: No garantizan privacidad ni transparencia total en el manejo de datos sensibles.
- Dependencia: Pueden generar una marcada dependencia emocional.
¿Cómo usar la IA de forma saludable?
La clave para el uso saludable de IA en el ámbito emocional es un enfoque reflexivo y ético:
- Cuestionar el Propósito: Pregúntese por qué lo usa (desahogo, distracción, compañía). No debe usarse para suplir relaciones o dar soluciones fáciles a problemas complejos.
- Cuestionar la Credibilidad: No dé credibilidad absoluta a la respuesta del chatbot. Cuestione si le ayuda a entender sus sentimientos y a tomar decisiones.
- Informarse: Es fundamental conocer cómo funciona el chatbot, sus limitaciones y sus errores más comunes.
Los chatbots especializados pueden «acompañar» y complementar herramientas en psicología, pero el afecto, la amistad y la atención psicológica profesional son irremplazables. Es vital ser prudente, pues el impacto a largo plazo de esta tecnología en nuestro bienestar emocional aún se desconoce.
Con información de Yahoo