Salomón Quispe Mamani, un oficial de la Policía de Perú, asesinó a una familia venezolana en un autobús, argumentando a las autoridades que cometió el ataque porque las víctimas lo estaban «amenazando de muerte».
Mamani aseguró que los fallecidos lo habían amenazado en la comisaría donde trabaja y que incluso habían «causado escándalo», publicó un medio peruano. El oficial dijo además que la familia lo seguía y usó gases en el autobús con la intención de que se quedara dormido para así asesinarlo.
Sin embargo, las grabaciones de las cámaras de seguridad de la empresa de transporte contradicen esta versión. El material visual muestra que el policía de Perú, de 25 años de edad, subió a la unidad de transporte en el último momento.
El crimen, ocurrió en la localidad de Chincha, involucró a Vilma Cárdenas Liendo, de 47 años de edad, y Tony Piña Cárdenas, de 18 años, ambos de nacionalidad venezolana; junto con Rafael Piña, de 42, originario de República Dominicana.
En el autobús también viajaba una niña de cuatro años de edad, miembro de la familia, que sobrevivió al ataque.
El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables informó que activó un protocolo de atención urgente para brindarle atención emocional. Además, informó que se hacen las diligencias necesarias para dictar medidas de protección para garantizar su cuidado y atención
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