
El ajo es un ingrediente fundamental en la gastronomía. Aporta un sabor y aroma inconfundibles a nuestros platos favoritos. Sin embargo, el intenso olor a ajo puede adherirse a nuestras manos durante horas, convirtiéndose en una molestia.
Cuando cortas o machacas el bulbo, una enzima llamada alinasa se activa y descompone otros compuestos, produciendo la alicina. Esta se descompone rápidamente en otros compuestos sulfurados, como el disulfuro de alilo, que son los responsables del olor característico y persistente.
Pero ¿Por qué queda tan impregnado en la piel? Estos compuestos se adhieren a los aceites naturales que produce el cuerpo, haciendo que el olor a ajo sea tan difícil de eliminar.
Afortunadamente, hay varias soluciones prácticas para deshacerte de este persistente aroma y la ciencia explica el por qué de su eficacia.
Métodos caseros para combatir el olor a ajo:
- Frotar con acero inoxidable: Frota tus manos sobre un objeto de acero inoxidable, como una cuchara o el fregadero mientras las enjuagas con agua. ¡No es magia! Funciona porque el azufre de los compuestos del ajo se une al cromo del acero inoxidable, neutralizando así el olor.
- Jugo de limón o vinagre: La acidez ayuda a descomponer las moléculas que causan el olor, neutralizándolo. Puedes frotar tus manos con una rodaja de limón o una cucharada de vinagre y luego enjuagarlas con agua y jabón.
- Café molido: El café es conocido por su capacidad para absorber olores. Frota una pequeña cantidad de café molido sobre tus manos húmedas y luego enjuágalas. El aroma del café no solo enmascara el olor a ajo, sino que también ayuda a neutralizarlo.
- Pasta de sal y bicarbonato de sodio: Ambos ingredientes son abrasivos suaves y desodorantes naturales. Crea una pasta con sal o bicarbonato y un poco de agua, frota tus manos con ella y luego enjuaga. Esta mezcla ayuda a exfoliar las células muertas de la piel donde las moléculas de olor a ajo pueden estar atrapadas.
Con estos simples y efectivos trucos, podrás disfrutar de los beneficios del ajo en tus comidas sin tener que preocuparte por el mal olor en tus manos.
Vía Diario 2001