En el 2018, la Unidad Educativa Leonardo Infante, en la avenida Rómulo Gallegos de la parroquia Las Cocuizas, fue víctima de ladrones que se llevaron la bomba de agua que abastecía toda la institución.
Representantes indicaron que producto de esta situación, para este segundo lapso, se llegaron a unos acuerdos y se establecieron horarios de contingencia porque la población estudiantil, de 925 alumnos, «no tiene donde hacer sus necesidades por no contar con el agua para bajar los inodoros».
Rosa Jiménez, representante y vecina, comentó que «es hasta un riesgo porque si a algún muchacho le da un cólico y no pueda recurrir al baño puede llegar hacerse encima o desmayarse del dolor».
«Se hizo una conexión de la tubería que viene de la calle y el chorrito que se recibe es para el saneamiento de espacios, pero es deficiente y no se cuenta de manera permanente para la limpieza de los baños».
Agregó que en ocasiones, los ambientalistas y cocineros cargan agua en carretillas desde comunidades cercanas para poder preparar la comida y así cumplir con el programa de alimentación, porque el líquido que se almacena en el tanque subterráneo no está en condiciones por falta de mantenimiento del contenedor.
Alexis González, otro de los representantes, agregó que en el plantel se imparten clases desde el primer grado hasta el quinto año de bachillerato, y todos los estudiantes deben llevar su envase de agua para mantenerse hidratados.
Los padres indicaron que la directiva ha realizado el llamado pertinente a todos los entes gubernamentales y no han dado respuesta, «recientemente vino Aguas de Monagas para verificar lo que sucedía, pero manifestaron no tener los implementos necesarios, por lo que iban a pedir apoyo a la Gobernación».