El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, encabezó los actos de conmemoración del 242º aniversario del natalicio de Simón Bolívar y los 202 años de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo y Día de la Armada Bolivariana.
En un mensaje cargado de simbolismo, el mandatario destacó la trascendencia de esta doble celebración para la nación y toda América.
«Hoy es un día de gloria para Venezuela, un día de doble conmemoración, de mayor trascendencia que la de toda nuestra América», afirmó Maduro. Subrayó que la figura de Bolívar es un símbolo eterno que inspira la lucha del pueblo venezolano frente a las dificultades, y que su legado es un recordatorio de la fuerza y grandeza de la nación.
El jefe de Estado enfatizó que los «bolivarianos del siglo XXI» sienten que Bolívar renace «en nosotros y en ustedes mujeres, cada día, como fuerza histórica de todo un pueblo, nace como fuerza constructiva, creadora, libertadora, como la luz que marca el camino».
Recalcó que el legado del Libertador es crucial para «no vacilar y no retrogradar y vencer por el camino de la revolución».
Maduro también hizo un llamado a la unidad frente a lo que describió como «fantasmas del presente», refiriéndose al «sionismo, el fascismo, el nazismo, el hegemonismo y el imperialismo». Afirmó que estos desaparecerán «con la fuerza de Bolívar que llevamos al acercarnos a esos fantasmas que son amenazas para la humanidad».
En su discurso, el presidente venezolano destacó que la fuerza de Bolívar se manifiesta hoy en el alma y el corazón de un «pueblo rebelde y despierto que supo renacer en la historia». «Hoy, padre Libertador, afirmamos colectivamente tu manantial de sueños», expresó.
Asimismo, evocó al Comandante Supremo, Hugo Chávez, a quien calificó como el mejor ejemplo del bolivarianismo, reiterando que «el Libertador ha resucitado el amor del pueblo» a través de él. Maduro subrayó que Chávez encarnó la teoría y práctica del bolivarianismo en la transformación y la acción permanente, construyendo nuevas realidades y demostrando un sentido de grandeza al consagrarse a la independencia definitiva y la suprema felicidad social del pueblo.
