Mientras millones de personas se preparan para brindar en compañía, la llegada del Año Nuevo también pone de relieve una realidad distinta: la de quienes atraviesan esta fecha en soledad. Según especialistas en salud mental, el cierre de ciclo no solo representa un festejo, sino una compleja mezcla de emociones que desafía el mandato social de la alegría.
Alegría y tristeza en una misma copa
Para Mirta Goldstein, presidenta de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), las festividades decembrinas son «significativas» precisamente por su dualidad. En diálogo con Infobae, la experta señaló que esta fecha actúa como un espejo de los procesos internos.
Leer también: Duelo en Año Nuevo: Cómo gestionar la ausencia de un ser querido
«Algo termina de la propia vida y algo comienza y continúa. Alegría y tristeza van juntas», expuso Goldstein.
Esta ambivalencia emocional se acentúa en quienes no han elegido la soledad, sino que se encuentran en ella por circunstancias vitales, como adultos mayores con hijos en el exterior o personas que han atravesado duelos recientes.
El fenómeno de la «felicidad obligada»
Por su parte, la psicoanalista Alicia Killner advierte sobre una presión social creciente durante diciembre: el imperativo de pasarla bien. Killner diferencia entre la soledad buscada (como elección personal) y la sufrida.
- Presión al consumo: La experta define este periodo como un momento de «excitación y empuje al consumo» (comida, alcohol y regalos).
- Mandato social: Este entorno genera lo que Killner denomina «felicidad obligada», una exigencia de euforia que para muchos termina siendo una carga insoportable.
Cómo habitar el tiempo de forma propia
Ante este escenario, la psicología moderna sugiere legitimar todas las formas de vivir las fiestas. No existe una manera «correcta» de recibir el año; tanto la celebración multitudinaria como el silencio y la introspección son válidos.
Más allá del ruido exterior y los fuegos artificiales, los expertos coinciden en que el verdadero desafío del 31 de diciembre es encontrar un modo propio de habitar el tiempo, priorizando el bienestar emocional por encima de las expectativas ajenas.
Con información de Caraota digital