
Silencio absoluto. Eso es lo que reina en la calle 4, de la urbanización Valle Real, de Tipuro, Maturín, estado Monagas, luego de que la tarde de este jueves 18 de mayo, un joven de tan solo 24 años, le quitara la vida al ser que lo trajo al mundo.
Pero en ese urbanismo también hay tristeza, incertidumbre y mucha rabia. Sí, hay rabia porque cuando los vecinos escucharon los gritos de auxilio y desesperación en la casa A-18, llamaron con insistencia a los cuerpos policiales, pero la comisión llegó tres horas después del hecho, según denuncian los residentes, quienes alegan que si los funcionarios hubieran atendido el llamado a tiempo, tal vez se fuese evitado la muerte de Francis Gil.
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“Eran gritos de una mujer desesperada. Gritos ensordecedores, que aturdían y perturbaban”, relató una habitante a La Prensa de Monagas, la mañana de este viernes 19 de mayo.
“Cuando escuchamos el escándalo, todos los vecinos salimos a ver qué estaba ocurriendo. Nos acercamos a la casa, incluso, algunos hombres intentaron ingresar, pero todas las puertas de la vivienda tenían seguro. De repente no se escuchó más nada”, cuenta otra residente, quien destaca que la víctima en la actualidad caminaba apoyándose con un bastón, aparentemente, al verse complicada de salud.
«Ella era una mujer tranquila. Pasaba caminando y saludaba. Así quiero recordarla y no escuchándola gritar con dolor», lamenta.
El hecho

Los vecinos de Valle Real comentan que luego de un largo tiempo de alboroto y de palabras obscenas, hubo un silencio rotundo.
«Cuando todo quedó en silencio, al menos yo me imaginé que la señora Francis había sido asesinada. Como toda la casa estaba cerrada y no podíamos ingresar, solo esperábamos por los efectivos policiales para saber qué más había pasado», expresa un vecino.
Al llegar una comisión de Polimonagas y de la Dirección de Inteligencia Estratégica (DIE), lo primero que hicieron fue acordonar el sitio. Al entrar, hallaron en la cocina el cuerpo sin vida de la mujer sobre un charco de sangre, quien presentaba varias heridas cortantes en su humanidad.
Además, encontraron los dos objetos que el muchacho utilizó para acabar con la existencia de su mamá.
Los funcionarios agregan que, aparentemente, el joven primeramente golpeó a su progenitora con una pala y luego intentó picarla en dos, usando un serrucho.
A los pocos minutos, sacaron esposado al asesino, quien tenía una biblia debajo de uno de sus brazos.
Con un suéter color verde, mono y zapatos negros, sentado en el suelo, con la mirada perdida y a la vez desafiante, confesó que había asesinado a su mamá, aunque otros vecinos manifiestan que en dos oportunidades el criminal comentó que había matado al demonio.
¿Quién es Santiago Bucca?
De contextura delgada, estatura alta, ojos verdes y cabello rubio, así es Santiago Bucca, conocido como ‘Santi’.
Sobre él se supo que cursó el bachillerato en el liceo Miguel José Sanz, ubicado en la avenida Bolívar, de Maturín. Un profesor de esa institución, a quien se le reserva la identidad, comentó que ‘Santi’ muy poco asistía a clases y cuando lo hacía no entraba al aula.
«A mi clase muy poco entraba. Las notas eran bajas y siempre lo vi juntándose con muchachos que según otros docentes, andaban por el mal camino», relata.
Sobre su comportamiento en la urbanización hay varias versiones. Algunos habitantes dicen que se mostraba tranquilo y respetuoso. “Él era tranquilo, saludaba, de hecho, siempre estaba presto a realizar cualquier favor que le pidiera. Su defecto es que era muy violento con su mamá, pero en esos problemas de familia uno no puede meterse”, asevera una vecina.
Esa declaración es diferente a la emitida por otro vecino. “Ese muchacho andaba en malos pasos. Robaba, hasta le quitaba dinero a su mamá, tenía adicción con las drogas y por lo que hizo, seguro tenía problemas mentales”.
A través de las redes sociales, usuarios que en algún momento tuvieron contacto con él, también se pronunciaron.
«Él se la pasaba en su bicicleta. Frecuentaba la Catedral de Maturín en las tardes. Quedé en shock cuando leí la noticia. Jamás me imaginé que ‘Santi’ tenía esos pensamientos diabólicos”, comentó un seguidor.
¿Quién era Francis Gil?

Francis Gil se dedicaba a la peluquería. Con 55 años era madre de tres hijos, pero al mayor le arrebataron la vida de un disparo, en medio de un atraco. La menor es una hembra y el del medio en Santiago, su verdugo, “el que le daba fuertes dolores de cabeza”, según cuentan quienes la conocieron.
«Francis fue una mujer que luchó para que sus hijos salieran adelante. Ella era mi peluquera y siempre estaba activa y alegre, a pesar de los malos ratos que le hacía pasar ese muchacho», narra una seguidora de La Prensa de Monagas.
«Santiago nunca quiso estudiar ni hacer nada productivo. Hace como tres años su mamá lo puso a trabajar como taxista, pero fue peor porque vivía metido en problemas al chocar otros carros. No puedo creer lo que le hizo a su mamá», lamenta.
Hasta el momento de esta publicación, las autoridades no habían emitido información referente a este hecho que sorprendió a Monagas, por lo que se desconoce si el muchacho se encontraba bajo los efectos de sustancias estupefacientes y cuáles fueron las causas que lo llevaron a quitarle la vida a su madre.
Se espera que en los próximos días se determine el destino de «El Monstruo de Tipuro», así lo definieron tres usuarios a través de las plataformas digitales.
Fotos: Cortesía