Armar el Pesebre, Nacimiento o Belén, es una tradición familiar de larga data en Venezuela y Latinoamérica. En el estado Monagas se reconoce la labor de las instituciones educativas, religiosas e inclusive, políticas, en la construcción y/o representación del nacimiento de Jesús.
En Caicara, municipio Cedeño, destaca el trabajo particular del señor Ramón Domínguez, quien se ha dedicado desde el año 1969 y de forma ininterrumpida a la construcción del Pesebre familiar, Nacimiento que se hace a la vista de todos y puede ser visitado por propios y extraños.
Domínguez, quien también es un historiador nato del pueblo de Caicara, explica que armar el Pesebre es una costumbre que heredó de su madre, la señora Luisa Domínguez, “cuando yo era niño, mamá armaba el Nacimiento y le ofrecía a las visitas aliña’o, cuando le preguntaban quién tuvo un hijo, decía: La Virgen parió. A los niños les regalaba golosinas”.
Ramoncito Domínguez, como se le llama popularmente, comenzó a construir pesebres en su casa materna, ubicada en la calle Bermúdez, lo hacía con cajas de jabón que transformaba y colocaba minuciosamente en el jardín. Su madrina Lina Gómez le regalaría luego las primeras piezas.
“Hacer el pesebre es una catequesis, esta representación simbólica nos habla sobre la humildad de Dios, su encarnación, amor divino y la alegría de la salvación. Así que una vez crecí seguí evangelizando en casa, lo construí en mi casa de la calle El Gavilán, en la Iglesia Santo Domingo, en la Casa del Balcón en la calle Miranda, y ahora, en la Girardot”, relató.
Las piezas las fue adquiriendo con los años, reunía los pagos por su trabajo y en noviembre viajaba para comprar las piezas en Casa Aranda, en La Candelaria. Lo demás ha sido tiempo, trabajo y creatividad. Hoy se acompaña de los nietos, Domínguez Ríos, para levantar la estructura, símbolo de unión familiar, fe y esperanza.
Vía Nota de Prensa